Novak Djokovic es el único jugador que ostenta más de 90 victorias individuales en tres Grand Slam diferentes. El balcánico, máximo campeón histórico masculino con 24 trofeos en su palmarés, ha conseguido este hito sobre las pistas duras del Abierto de Australia (92), la hierba de Wimbledon (92) y la tierra batida de Roland Garros (93)
La Rod Laver Arena ovacionó este viernes a Novak Djokovic con un cariño especial. El vigente campeón disputó su 100º partido en el Abierto de Australia (92-8), una cifra reservada a figuras de máxima excelencia profesional, escribiendo un nuevo capítulo brillante en un torneo que lo ha elevado a la historia del deporte.
Con una marca legendaria en sus manos, Djokovic es el tercer jugador que alcanza el centenar de partidos en modalidad individual en el Abierto de Australia, una cifra simplemente conocida por el suizo Roger Federer (117) y la estadounidense Serena Williams (105) hasta este viernes.
El No. 1 del Pepperstone ATP Rankings desbordó por 6-3, 6-3, 7-6(2) al argentino Tomás Martín Etcheverry, una de las figuras más imponentes del tenis sudamericano actual. Con una soltura renovada en el fondo de la pista, manteniendo bajo control las molestias de su muñeca izquierda, Novak consiguió anular el poderío de su adversario.
«Ha sido un gran partido, la mejor actuación que he tenido en este torneo», reconoció Djokovic durante la entrevista sobre la pista. «Estoy contento con el nivel que he mostrado, especialmente en las primeras dos mangas. Él ha elevado su tenis en el tercer set, donde hemos estado muy igualados. En el tiebreak he encontrado los golpes correctos y los servicios adecuados para cerrar el partido».
Aunque Djokovic había ganado sus dos partidos previos ante Etcheverry sin ceder parciales, con duelos abiertos en los ATP Masters 1000 de Roma y París-Bercy en 2023, la autoridad del sudamericano invitaba al respeto en Melbourne. El argentino, que anuló a Andy Murray y Gael Monfils sin sufrir rasguños en sus dos primeras mangas, saltó a la Rod Laver Arena ante una situación de oportunidad.
Paciencia
Tras sobrevivir dos primeras rondas repletas de curvas, envuelto en intensas batallas a cuatro mangas ante Dino Prizmic y Alexei Popyrin, el balcánico encontró su mejor versión del torneo para poner el broche a la primera semana de competición. Sus piernas funcionaron con una alegría especial, los reflejos alcanzaron el nivel habitual y su olfato en los puntos importantes volvió a ser el de siempre, el de un jugador preciso como pocos en el momento clave.
Ante un jugador de impactos durísimos, Djokovic activó su habilidad para encontrar el resquicio. En las dos primeras mangas, el serbio quebró a Etcheverry en el primer juego en el que dispuso de pelotas de rotura. Fue un ejercicio de concentración absoluta al resto, agrietando a su rival con movimientos medidos. Su orden al servicio, afrontando apenas una situación de deuce en todo el partido, le hizo avanzar con un margen absoluto.
Etcheverry compitió con corazón sobre un estadio dominado por su rival. Con vítores de ‘¡Luche, Tomy, luche!’ desde la grada, el cuartofinalista de Roland Garros volvió a demostrar su carácter en los mayores escenarios del circuito, exprimiendo las fuerzas de Novak en una equilibrada manga de cierre. Ante una situación donde tantos se hundieron, Etcheverry le exigió un desempate al campeón como epílogo al partido.
Con 31 victorias consecutivas en el torneo, Djokovic intentará extender su dominio en Melbourne Park ingresando con fuerza en la segunda semana. En un territorio que conoce como ninguno, Djokovic disputará los octavos de final al francés Adrian Mannarino, vencedor por 7-6(4), 1-6, 6-7(2), 6-3, 6-3 en cuatro horas y 46 minutos ante estadounidense Ben Shelton, cuartofinalista en la última edición.
Ovación
El francés ha firmado una primera semana inolvidable en Melbourne a sus 35 años, sorprendiendo con su habilidad técnica para resistir en duelos interminables. Mannarino ha ganado en la manga definitiva sus tres partidos del Abierto de Australia, extendiendo hasta las 11 victorias consecutivas su racha de encuentros ganados en el quinto parcial.
«Hacia el final del partido he dejado de pensar. Me he limitado a seguir luchando, a meter una pelota más en la pista», reconoció Adrian tras igualar su mejor actuación en un Grand Slam. «Esto ha sido una locura. Estaba cansado del ambiente, pero cuando va a tu favor es algo muy bonito. Gracias a todos los franceses que me han animado».
Tras vencer en el parcial definitivo a Stan Wawrinka, Jaume Munar y Ben Shelton, Mannarino encontrará un reto de dimensiones mayúsculas ante el No. 1 mundial. Djokovic domina por 4-0 el historial Lexus ATP Head2Head sobre el francés, incluyendo dos precedentes de Grand Slam sobre la hierba de Wimbledon resueltos en mangas corridas.
Por su parte, Etcheverry termina su aventura en Melbourne con la bolsa repleta de méritos. El argentino firmó el mejor resultado en un Grand Slam sobre pista dura de su carrera y se abrió de par en par las puertas del Top 30 mundial, confirmando su figura como un firme valor al alza en la temporada 2024.
¿Sabías Que…?
Novak Djokovic es el único jugador que ostenta más de 90 victorias individuales en tres Grand Slam diferentes. El balcánico, máximo campeón histórico masculino con 24 trofeos en su palmarés, ha conseguido este hito sobre las pistas duras del Abierto de Australia (92), la hierba de Wimbledon (92) y la tierra batida de Roland Garros (93).