Pero la principal carta italiana en la semana fue Sinner, quien ganó el segundo partido individuales y el de dobles (con Lorenzo Sonego) para remontar el 0-1 ante Países Bajos y también ante Serbia. En la final alargó la ventaja y terminó la espera de su nación en Copa Davis
No fue una definición cualquiera. Ya se sabía que la final de las Davis Cup Finals 2023 servirían para cortar una sequía histórica, y que el duelo que enfrentaba a Italia y Australia, separadas de la Ensaladera durante 47 y 20 años, respectivamente, marcaría una serie inolvidable en el Palacio de Deportes José Mª Martín Carpena de Málaga. Los europeos terminaron aprovechando la oportunidad y volviéndose a reencontrar con el título de la competición por equipos más antigua del circuito.
El encargado de sellar el segundo triunfo para Italia en el torneo, y primero desde 1976, fue su mayor exponente en la actualidad. Jannik Sinner se impuso con parciales de 6-3, 6-0 ante Álex de Miñaur para, además, coronar en lo personal su mayor temporada como tenista (termina con récord de 64-15 en el año, su mejor marca personal).
Un día después de salvar tres puntos de partido para derrotar al No. 1 del mundo Novak Djokovic en las semifinales, el No. 4 del mundo dominó de principio a fin a su contrincante australiano para dejar en 6-0 el Lexus ATP Head2Head entre ambos.
Después del US Open, Sinner ha ganado 20 de sus últimos 22 partidos de la temporada, una racha que incluyó títulos ATP 500 en Pekín y Viena, y un segundo puesto en las Nitto ATP Finals tras caer en la final ante Djokovic, el mismo al que había vencido días atrás en fase de grupos. Ahora ha vuelto a brillar, pero por equipos.
Este domingo recibió la serie con ventaja de 1-0 para su equipo, y jugó un partido casi perfecto para dejar en 2-0 la eliminatoria. Además de quebrar en cinco oportunidades el saque rival, salvó el único break point que enfrentó en el partido, y conectó 25 tiros ganadores y solo cometió nueve errores no forzados (15 y 15 para De Miñaur, respectivamente).
Más temprano en la jornada, Matteo Arnaldi se había vestido de héroe para entregar el primer punto de la final a la escuadra azzurra, superando por 7-5, 2-6, 6-4 al aussie Alexei Popyrin en dos hora y 29 minutos de juego. El italiano resistió en un partido vibrante que amenazó con escaparse de control. No tuvo la certeza de la victoria hasta los últimos golpes del partido.
El duelo fue una prueba de fe ante una misión nacional. Si Italia llevaba dos décadas esperando levantar el título, el esfuerzo de Arnaldi puso unos firmes cimientos desde la paciencia. Tras atrapar una primera manga de vértigo, donde llegó a dejar escapar una opción de 5-4 0/40 al resto para haber sentenciado el marcador, Matteo apretó desde la devolución para evitar el tie-break.
La reacción de Popyrin, un jugador clave en la victoria aussie sobre Finlandia, se hizo notar con fuerza en la cubierta malagueña. El de Sídney rasgó el segundo set en un abrir y cerrar de ojos, apretando el tramo final del partido con un ritmo de pelota endiablado. El italiano detuvo la amenaza de remontada de su rival, resistiendo en un tercer parcial donde levantó las ocho pelotas de rotura encaradas.
El de San Remo, que no compitió en las semifinales, aprovechó la frescura para marcar diferencias en uno de los duelos más cerrados de la semana. Debutante en la temporada 2023, el No. 44 mundial fue una pieza fundamental en la escuadra de Filippo Volandri, ganando tres de los cuatro partidos individuales disputados en la presente edición de la Copa Davis.
Pero la principal carta italiana en la semana fue Sinner, quien ganó el segundo partido individuales y el de dobles (con Lorenzo Sonego) para remontar el 0-1 ante Países Bajos y también ante Serbia. En la final alargó la ventaja y terminó la espera de su nación en Copa Davis.