El karate es, para él, un estilo de vida y la medicina su gran satisfacción, poder complementar ambas profesiones, siempre con la marcialidad y el humanismo como principio
Joao Do Nascimento es un sensei cinta negra y tercer dan de karate, perteneciente a la organización Budokai de Venezuela.
Do Nascimento es descendiente de familia portuguesa, su padre es de Madeira específicamente, este karateca de 28 años ha desarrollado su carrera en Vargas, donde se ha desempeñado y trabajado para poner en alto el nombre de su estado en los tatamis.
Además del karate como estilo de vida, ejerce la medicina en la especialidad de pediatría y combina dos profesiones que a tiempo completo lo convierten en un ser humano integral.
Entra en el karate hace 14 años cuando uno de sus compañeros de liceo lo invitó a practicar esta disciplina en la cual obviamente quedó enganchado y poco a poco logró escalar.
Actualmente cuenta con su propio dojo (Dojo Do Nascimento) el cual fue fundado en el año 2012.
El tercer dan lo consiguió escalando poco a poco, ya que su maestro según nos cuenta le inculcó esa visión para ser una pieza fundamental dentro de su carrera marcial.
Junto al karate se encuentra como dijimos anteriormente; su carrera de medicina que ha ido forjando en paralelo: “Llevar estas dos carreras no ha sido fácil, querer ayudar a las personas ha sido el verdadero propósito para seguir adelante”, afirmó.
En el dojo y en el hospital espera dejar un legado importante, debido a que ambos generan acciones para el bien común, y son el motor que lo impulsan y motivan para llevar ambas carreras.
Además de practicar e impartir el karate, Do Nascimento es el único juez federado del estado Vargas, una faceta que se toma con gran responsabilidad, debido al peso que representa ejercer como árbitro en competencias, tras una figura que no siempre es bien vista por los participantes.
«En el arbitraje es una responsabilidad ya que estás evaluando a los mejores, y debes ser muy imparcial y profesional. Cualquier error puede costarle una medalla a algún atleta. Hemos podido gracias a Dios lograr cumplir a cabalidad con este compromiso», afirmó.
En 2012 incursionó en la parte competitiva, especificamente en kumite, en donde representó al estado Vargas, una zona del país a la que pertenece y por la cual trabaja a diario por dejar en lo más alto.
Como instructor no olvida el subcampeonato que obtuvo una de sus alumnas en el Campeonato Nacional en Portuguesa en el año 2013: «Es un gran orgullo poder mostrar todas las facetas en el karate».
Junto al sensei Rayner Vásquez han conseguido impulsar el karate en Vargas, un estado que ha ido escalando posiciones en una disciplina que no resulta muy tradicional para ellos, pero que con trabajo y esfuerzo han logrado colocar en un sitio importante y a punta de resultados.
En cuanto a la incursión del karate en Tokio 2020, asegura que es una gran satisfacción y espera que Venezuela pueda obtener una medalla, además de que la disciplina repita en los próximos juegos.