Un grave episodio de violencia obligó este miércoles a la suspensión definitiva del partido entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile, correspondiente a la Copa Sudamericana. La Conmebol canceló el encuentro, que en el momento de la interrupción igualaba 1-1, alegando «falta de garantías de seguridad» por parte del club local y las autoridades.
Los hechos ocurrieron en el Estadio Libertadores de América, donde seguidores de ambos equipos protagonizaron brutales enfrentamientos en las gradas. Según los reportes, la turba chilena inició los incidentes al lanzar proyectiles como palos, botellas, butacas e incluso inodoros contra la hinchada local. Además, se lanzó al menos una bomba de estruendo. En respuesta, los simpatizantes de Independiente respondieron con contundencia y escalaron hasta la tribuna visitante, lo que desató una batalla campal que se extendió por varios minutos. La Policía no intervino de manera inmediata para contener los altercados.
Balance y consecuencias
El Ministerio de Seguridad de la Nación confirmó un total de 90 detenidos, mientras que un vocero de Independiente reportó al menos diez heridos. El embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, afirmó que varios de los lesionados presentaban heridas de arma blanca. Fuentes médicas reportaron que un hincha chileno fue trasladado en estado crítico y que tres personas se encuentran en estado grave.
La Conmebol emitió un comunicado informando que su unidad disciplinaria será la encargada de determinar el resultado del partido, ya que la ida en Chile había finalizado 1-0 a favor del local, y las sanciones correspondientes para ambos clubes.
Reacciones internacionales
El presidente de Chile, Gabriel Boric, se refirió al incidente a través de la red social X (antes Twitter), cuestionando «desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización». Anunció además que ha instruido a su embajador para que visite a los aficionados chilenos heridos y garantice su seguridad.
El hecho ha empañado una de las competiciones más importantes del fútbol sudamericano y reabre el debate sobre la seguridad en los estadios de la región.






