Sin lugar a dudas fue la pionera de la inclusión de la mujer en el deporte y el movimiento olímpico
Nos faltarían días, meses y hasta años para poder describir lo que significó Doña Flor Isava en nuestro deporte, y lo que hoy 25 de julio con su fallecimiento seguirá significando. El día de hoy nuestra Dama del Olimpismo se hizo eterna y partió a otro plano para seguir dejando huella y ejemplo.
A la edad de 99 años, Flor Isava, una mujer insigne y un ejemplo a seguir en todo el sentido de la palabra nos dejó de acompañar, pero su legado será eterno.

Nacida el 20 de mayo de 1921, vivió la mayor parte de su infancia en París, y a los 18 años regresó a Venezuela. Practicó hockey, tenis, golf, y en Venezuela desarrolló su pasión por los deportes ecuestres, lo que la llevó a fundar la Federación Nacional de Deportes Ecuestres en 1947.
Esta ilustre venezolana fue miembro del Comité Olímpico Venezolano en 1981, y para las elecciones del Comité Olímpico Internacional (COI) fue postulada junto a una finlandesa. Posteriormente, ambas fueron electas como las primeras mujeres en la junta directiva del COI en la historia.
Un ejemplo como dirigente, como atleta y como deportista, una mujer en todo el sentido de la palabra. El equipo de Contrapunto tuvo el honor de hacerle lo que fue quizás la última entrevista que concediera y fuimos testigos de su amabilidad, carisma y esa cara de felicidad que se iluminaba al hablar siempre lúcida de su trayectoria deportiva.
Para nuestra eterna Dama del Olimpismo, el trabajo fue la clave de todos sus logros y así no los hizo saber en esa entrevista: “A mí me estimula el trabajo, me gusta alcanzar metas y, cuando pierdo, en vez de estar lloriqueando por allí, me siento a corregir lo que haya que corregir”.
En alguna ocasión El Barón Pierre De Coubertin, expresó que las mujeres eran solo el “adorno en las tribunas”, y Flor Isava estaba para demostrar lo contrario cuando Juan Antonio Samaranch resolvió que iba a colocar a las primeras mujeres dentro del COI.
Flor Isava deja una huella para la mujer en el movimiento olímpico mundial y en Venezuela tenemos la dicha de ser el país que la vio nacer e inspirar a todas las mujeres para seguir peleando por sus sueños y ocupar de forma igualitaria el lugar que hoy en día ocupa.

Hoy nuestra Flor Isava nos dice hasta luego, pero siempre estará presente en los corazones de quienes amamos el deporte por vocación y convicción, estudiar su legado debe ser una asignatura en Venezuela para quienes pretendan cursar distintas carreras afines al deporte.
¡Hasta siempre Doña Flor! Desde hoy su legado será eterno.