El caso Neymar, las confusiones entre los jugadores por las decisiones de Thomas Tuchel, enemistades y mucho más, en este traumático arranque de temporada
¿El Barcelona? Un bluff. ¿El Real Madrid? Un hipótesis algo remota. ¿La Juve? Especulación al estado puro. En fin, las vías de escape de Neymar parecen ser cada día mañas inciertas, según afirman las últimas publicaciones del reconocido diario francés L’Équipe.
Mientras tanto, en París aumenta la presión sobre las espaldas de Tuchel, quien pareciera haber perdido el control del vestuario, también según el periódico Le Parisien.
«¿Tú entendiste cómo jugamos?»; «No, como siempre». Al parecer esta fue una parte de los diálogos filtrados al diario de la capital francesa, entre dos jugadores parisinos, tras haber perdido ante el Rennes (2-1) el pasado domingo. Una interacción que ilustra mucha perplejidad del equipo hacía el entrenador. En realidad, nadie entendió muy bien como haya jugado el PSG, si con el clásico 4-3-3 o con un 3-5-2.
Extremamente confuso fue el rol de Marquinhos, una especie de lanzadera entre defensa y mediacancha. Una idea que el pasado otoño pareció funcionar, hoy como hoy es mera confusión y desorden. Incluso entre los mismos compañeros de equipo. Marco Verratti, según Le Parisien, habría demostrado su frustración en el entretiempo, tras no tener incentivos por parte de sus compañeros, a atacar el adversario.
Muchas tensiones, todas que se suman al caso Neymar. El brasileño está dispuesto a todo con tal de irse y su entorno pareciera haber tratado de avanzar las charlas con la Juventus, sin embargo, es un escenario que rasga lo imposible, sobretodo por voluntad del club de Torino. Si la pista madrileña se mantiene al margen, contando con buenas relaciones con los vértices parisinos, el regreso a Catalunya es neta ciencia ficción.
El PSG decidió rechazar la oferta de préstamo por el Barcelona, además, de que la misma no incluía el rescate obligado del jugador. En París quieren monetizar lo más pronto posible y desenvolverse libremente en el mercado. Pero en Catalunya faltan los fondos para traer de vuelta al brasileño.