Las pruebas, reveladas por un periodista francés, reflejan cromosomas XY y la presencia de «testículos internos»
En los pasados Juegos Olímpicos de París estuvo rodeada por la polémica. Todavía siguen en la retina las imágenes de la boxeadora italiana Angela Carini llorando tras no poder soportar sus golpes. Tres meses después de ser campeona olímpica de boxeo, la argelina Imane Khelif vuelve a la palestra. El periodista galo Djaffar Ait Aoudia ha hecho público un trabajo, elaborado en junio de 2023 entre el hospital Kremlin-Bicêtre de París y el hospital Mohamed Lamine Debaghine de Argel, que concluye que tiene deficiencia de 5-alfa reductasa, una enzima con varias funciones en el organismo desde el estado embrionario y cuya presencia es importante porque aumenta o disminuye los caracteres masculinos y femeninos. Por lo tanto, Khelif sufre un trastorno del desarrollo sexual que solo se encuentra en varones biológicos.
Al nacer, los bebés afectados por este síndrome suelen ser asignados incorrectamente como mujeres debido a la presencia de genitales poco definidos que a veces adquieren la apariencia de una «bolsa vaginal ciega». Este tipo de condición genética suele hacerse evidente en la pubertad, cuando aparecen características físicas masculinas como un mayor crecimiento muscular y vello corporal, además de la ausencia de desarrollo mamario o menstruación.
«Micropene«
El informe señala que una resonancia magnética determinó que Imane Khelif no tenía útero, sino testículos internos y un «micropene» parecido a un clítoris agrandado. Además, las pruebas cromosómicas que se le realizaron determinaron un cariotipo XY y un nivel de testosterona típico de los hombres. Y concluye con la recomendación de una «corrección quirúrgica y terapia hormonal» para ayudarla a alinearse físicamente con la identidad de género autopercibida.
Este informe coincidiría con el reconocimiento por parte del entrenador de Khelif de que la argelina había sido sometida a una evaluación en el Hospital Kremlin-Bicêtre tras ser descalificada del boxeo femenino por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) en marzo de 2023. Georges Cazorla admitió en una entrevista que los endocrinos habían determinado que había un «problema con los cromosomas» y que le habían sido recetados supresores de testosterona.