Después de semanas de conflictivas negociaciones, las Grandes Ligas dijeron este miércoles que pudieron construir con el sindicato de jugadores la base de un posible acuerdo para arrancar la temporada de béisbol
Con las tensiones creciendo desde el fin de semana, el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, convocó al jefe de la Asociación de Jugadores (MLBPA), Tony Clark, para una reunión este miércoles en Phoenix (Arizona), tras la cual le envió una nueva propuesta.
«Ambos salimos de esa reunión con un marco desarrollado conjuntamente que acordamos que podría ser la base de un acuerdo y sujeto a conversaciones con nuestros respectivos constituyentes», dijo Manfred en un comunicado.
El comisionado dijo que envió un resumen por escrito de lo conversado a Clark y animará a las franquicias a avanzar en las negociaciones en esa dirección, señalando que espera que Clark haga lo mismo con los jugadores.
La reunión es un intento de restaurar confianza entre ambas partes, muy dañadas en este proceso en el que tratan de acordar reducciones salariales y el reparto del impacto económico del actual parón por el coronavirus, que no permitió arrancar la temporada el 26 de marzo como estaba previsto.
Manfred, que la semana pasada había dicho que estaba al 100% seguro de que habrá béisbol en 2020, dijo el lunes que ya no estaba seguro de ello.
El comisionado remarcó que hay un «riesgo real» de una temporada en blanco si se daba por concluido el diálogo con la MLBPA, que interrumpió las conversaciones el fin de semana considerándolas «inútiles» y pidiendo a la liga que simplemente les informe de cuándo comenzar a jugar.
Según la cadena ESPN, la propuesta que envió este miércoles Manfred a Clark consiste en una temporada regular reducida a 60 juegos que terminaría el 27 de septiembre, con un pago prorrateado por partido a la MLBPA.
La propuesta señala que la temporada comenzaría el 19 de julio y culminaría con unos playoff ampliados.
La liga ha presentado tres iniciativas para comenzar la temporada y la MLBPA dos, y las partes permanecen separadas por una diferencia de aproximadamente 1.000 millones de dólares en salarios garantizados.
Antes de que el coronavirus paralizara el béisbol y el resto de deportes, los jugadores iban a recibir colectivamente unos 4.000 millones de dólares en salarios en esta temporada, cuyo calendario constaba de 162 partidos.
