La Liga genera 8.000 millones de dólares anuales y podría perder mil si no se puede completar esta temporada
Adam Silver, comisionado de la NBA, desea predicar con el ejemplo y en plena crisis por la pandemia del coronavirus ha adoptado una medida económica con efectos inmediatos. Los aproximadamente 100 ejecutivos con mayores ingresos en la NBA se van a rebajar un 20% sus salarios base, según ha informado ESPN.

La temporada de la NBA está suspendida desde el 11 de marzo, después de que luego del partido entre Oklahoma City y Utah, se informará de que el pívot francés Rudy Gobert, había dado positivo en el test de la Covid-19. La Liga todavía desconoce cuándo se podrá reanudar o, incluso, si podrá hacerlo. Tampoco se sabe en qué condiciones puede completarse la temporada, puesto que cada equipo tenía que disputar todavía entre 16 y 18 partidos para finalizar la campaña regular.

El 16 de marzo, un grupo de propietarios y ejecutivos de la NBA calcularon que el que el mejor escenario para la Liga, en aquel momento, era que se disputaran de nuevo partidos a partir de mediados de junio y a puerta cerrada. También se supo que la NBA busca fechas para disputar partidos en diferentes pabellones hasta agosto. La fase regular debía concluir el 15 de abril. Tres días después debían dar inicio los playoffs. Y la final, al mejor de siete partidos, estaba programado que diese inicio el 4 de junio.

El portavoz de la NBA, Mike Bass, no confirmó las informaciones sobre la rebaja de los sueldos de los más altos ejecutivos de la Liga, pero dijo: “Estos son tiempos sin precedentes y, como otras compañías en todas las industrias, debemos tomar medidas a corto plazo para lidiar con el duro impacto económico en nuestro negocio y organización”. No se prevén recortes generalizados para el resto de la organización, y no se ve afectado el personal de apoyo o administrativo.

Adam Silver, mantiene que la NBA está evaluando diferentes escenarios y analizando de manera constante el impacto de la pandemia en su competición. “Es demasiado pronto para saber cuál será el impacto económico”, afirma. “Hemos estado analizando múltiples escenarios a diario, si no cada hora, y continuaremos revisando las implicaciones financieras. Obviamente, no es una imagen bonita, pero todos, independientemente de en qué industria trabajemos, estamos en el mismo barco”.
Con información de El País