Migración, exilio, soledad, ganas de salir adelante y superación, son algunos de los temas que aborda esta pieza teatral
El monólogo “Me Llaman La Lupe” vuelve nuevamente a Venezuela después de seis años de ausencia, con Samanth Castillo reencarnando a la cantante cubana en este papel que nunca ha dejado atrás, y mantiene la esencia de la primera vez que se estrenó en las tablas del país.
Esta obra rinde tributo a la cantante cubana y va ofreciendo detalles de los aspectos de su vida más allá de la música, el exilio, la vida en un país lejos de sus raíces, la añoranza de querer tener cerca a sus seres queridos, pero la necesidad de expandir sus horizontes y buscar un mejor futuro.
Miguel Issa, sigue siendo el encargado, después de seis años, de la puesta en escena con un toque particular y lleno de recuerdos, al rememorar que desde su niñez estuvo presente La Lupe, incluso entre sus recuerdos aparece una Lupe en la televisión a blanco y negro.
“Yo tengo una mezcla de escuchar el famoso joropo de Juan Vicente Torrealba y la música de La Lupe que es un ícono de los años 80 en Venezuela y el Caribe, y este conocimiento nos ayuda, junto al texto a soltar prendas de un personaje con una vida pasional e intensa”, expresó Issa en exclusiva para Contrapunto.
Issa recuerda que, durante la existencia de La Lupe, constantemente se hablaba de ella, desde el incendio de su casa, que era evangélica, que predicaba, que era cristiana, que llegó a vivir en un refugio, momentos que son parte de la historia de una mujer que en su vida atravesó por diferentes turbulencias, entre la nostalgia, el éxito y melancolías, todas emociones que refugió en la música.
Pese a que la obra trata de una intérprete cubana, en la pieza teatral está ausente su canto, el objetivo principal de esta obra es exhibir, exaltar y homenajear todo lo que atravesó La Lupe más allá de un escenario, combinando elementos como el humor, drama, dolor y pasión, aunque Castillo domina con un alto nivel la gesticulación y códigos personales propios de la cantante cubana que sumerge en un viaje a los espectadores, llevándolos a imaginar un escenario donde la intérprete está arriba de una tarima entonando alguno de sus temas.
“Trabajamos mucho las canciones de ella, su gestualidad, e incluso el doblaje de canciones para generar una serie de códigos corporales que identifican a La Lupe, así que no hace falta que cante, basta con ver a Samantha transformarse en diferentes rostros con facilidad para invitar al público a una experiencia sensorial y auditiva que se remonta a los años 80”, detalló Issa.
Uno de los temas que mueve la fibra en esta obra es el de la migración, que fuera expulsada, de su país y ser sometida a las vejaciones y malos tratos que sufren algunos artistas durante sus inicios, por lo que Issa la describe como una obra que, a pesar de estar ambientada en otra época, se adapta a los tiempos actuales a la perfección.
Castillo y un personaje que la acompaña desde la niñez
Samantha Castillo tiene una conexión especial con este personaje, creció también escuchando la música de La Lupe, junto a sus padres y cuando empezó a estudiar teatro, desempleada decidió llamar a un amigo, Roberto, que tenía un texto de La Lupe para interpretarlo.
Con 21 años interpretó por vez primera a este personaje, que con el pasar del tiempo y sin imaginarlo se convertiría en parte de Castillo, en un festival de monólogos, pero con el pasar del tiempo el personaje quedó en una gaveta, por más de 15 años.
Después de una década y media, Castillo desempolva el personaje, pero esta vez para la gran pantalla, sin embargo, quedó con ese deseo de querer ahondar y mostrar más de La Lupe que en solo unas escenas para el cine, pero salió embarazada y nuevamente se guardó este personaje.
Castillo afirma que después del nacimiento de su hija fue el momento para darle vida como ella quería a La Lupe y lo logró, tras contactar a Miguel Issa por medio de su hermana, Adriana, llegando finalmente a las tablas hace seis años, siendo un éxito total.
Sin embargo, Castillo decide probar suerte fuera de Venezuela y radica en México, donde llevó su personaje, presentando la pieza en una ocasión más allá de las fronteras de su país natal, pero de la mano de Issa.
“Este personaje ha sido como un cactus, como algo que va floreciendo y creo que es una bendición enorme que fue posible gracias al tiempo y todo lo que hemos pasado y ahora seis años después, es el mismo texto, pero con un matiz distinto, quizás con más madurez”, indicó Castillo.
La actriz describe su personaje como una mujer que ya presiente el final de todo y que se quedó con la rutina de la casa, mostrando un personaje vencido y cansado de lo mismo, llevándola a recordar y a evocar sus dolores, nostalgias y pasiones.
Castillo logró conectar con mayor fuerza con el personaje después de la migración, pudo entender otros sentimientos y generar una empatía hacia esta cantante al vivir una de sus facetas en carne propia: la migración.
“Siento que puedo entenderla, sentir empatía. Pude de alguna manera crear un hilo conductor entre su historia y la mía, que es distinta, pero con un a fibra que pude llegar a conocer”, destacó.
Es por ello que Issa y Castillo invitan a ver esta pieza que llevará a los espectadores a descubrir un trabajo poético, sensible y conocer un poco más de la vida y obra de esta cantante, con la que muchos conectarán en algún aspecto de su vida.
“Me Llaman La Lupe” estará presentándose en el Espacio Plural de El Trasnocho Cultural hasta el próximo 30 de junio, los viernes a las 7:30pm y los sábados y domingos a partir de las 7:00pm, las entradas tienen un valor de $5 los viernes y $10 los sábados y domingos, se pueden adquirir en las taquillas del teatro o a través de ticketmundo.com
