Un candidato que se convertiría en la transición a la democracia, cayó en un declive mental, llevándose consigo la esperanza de libertad
Diógenes y las Camisas Voladoras, dirigida e interpretada por el actor Javier Vidal, llegó al Trasnocho Cultural para presentarse los días jueves, viernes, sábados y domingos, para mostrar parte de la historia venezolana y de Diógenes Escalante, el candidato de la unidad al que todos los partidos apoyaban.
Escalante, encarnado por Vidal, sucedería a Isaías Medina Angarita, en el año 1945, en lo que sería un período de transición para la democracia de Venezuela. Era caracterizado por ser un hombre culto, gran amigo del presidente norteamericano de aquel entonces, Harry S. Truman, conocía Estados Unidos y otras ciudades del mundo, aunque no era el caso con Venezuela, pero estaba dispuesto a llevarla al camino de la modernidad.
“La obra se estrenó por primera vez en 2011, y retomaron la puesta en escena hace cinco meses para presentarla nuevamente este mes, aunque no está relacionado con el proceso electoral que se celebrará en Venezuela el próximo 28 de julio, y estará vigente hasta un día antes de las elecciones”, sostuvo Javier Vidal en exclusiva para Contrapunto.
Es una obra que lleva al humor pero también reflexión a sus espectadores en uno de los momentos más decisivos del país, mostrando el deterioro consciente de Diógenes Escalante frente al púbico, llevándose consigo la esperanza de un futuro libre y avivando la angustia de mantenerse en un pasado tirano y represor.
En esta segunda temporada, Jan Vidal-Restifo se mantiene como el “secretario”, quien en vida fue Hugo Orozco, quien es descrito como el personaje más cómico, pero que en toda su vida ha acompañado a Diógenes y pasa de ser su sombra a ser su apoyo, y de la alegría a la tragedia cuando estuvo como la mano derecha del excandidato y fue testigo de su deterioro.
“Al principio hay una relación de padre e hijo y después de la relación se invierte, y eso es muy bonito, pero también trágico, aunque también como su secretario lo defiendo hasta el final, convirtiéndose en un replicador, quizás de la misma locura”, describió Vidal-Restifo, es un personaje que llevará al público a pensar si la locura es contagiosa.
Theylor Plaza, debuta en esta obra en el papel de “El Coleguita” (Ramón J. Velázquez), exaltando la representación andina de quien llegaría a ser presidente de Venezuela por unas semanas, pero que previo a ello está hasta el final junto a Escalante, intentando ordenar la situación en el proceso de deterioro del candidato en ese momento.
Plaza se lleva como reflexión en el debut de esta obra, dirigida por Julie Restifo, que “todo, cualquier tipo de esperanza o certeza puede morir de un instante a otro y cambiarlo todo, pero es una obra que genera mucha tristeza”, pero además la esperanza de vivir en democracia.
“No tenemos otra memoria, creo que la merecemos y más aún que nuestros hijos crezcan en el país que crecieron nuestros padres. Un país de oportunidades y no de despedidas”, sostuvo Plaza y con este pensamiento invita a ver la obra durante los fines de semana que quedan disponibles.
La asesoría de ambientación está en manos de Fernando Delfino, iluminación José Manuel Suarez, fotografía Kike Acuña, asistencia de dirección San Hernández Malavé, stage manager Sergio Malpica. La producción es de Queiroz Publicidad (Douglas Palumbo) en alianza con Jota Creativa producciones (Julie Restifo).
La pieza se presentará en el Teatro Trasnocho a partir del jueves 4 de julio a las 7:00pm, viernes 8:00pm, sábados y domingos a las 7:00pm. Las entradas tienen un valor de $10 o su equivalente a bolívares según la tasa BCV, y os boletos se pueden adquirir en las taquillas del teatro o en ticketmundo.com