«La cultura debe ser un patrimonio común, eterno, fuera de las discrepancias políticas o de la evolución de la situación internacional», subrayó el diplomático a propósito de las actividades por el Mes de la Francofonía
Las diferencias entre los gobiernos de Francia y Venezuela son harto conocidas, pero la gran apuesta del embajador francés en Caracas, Romain Nadal, es que la cultura sea el hilo conductor que mantenga unidos a los pueblos.
La cultura «hay que preservarla de la tensión bilateral que puede haber sobre temas políticos. Por encima de la discrepancia, la cultura debe ser preservada para mostrar que de sociedad a sociedad hay fascinación mutua, interés mutuo y nutrimiento mutuo».
A pesar de la crisis «hay un sector cultural extremadamente dinámico» en Venezuela, destacó.
-¿Ha sido posible mantener la relación al margen de la diatriba?
-Por supuesto. Se ha mantenido al margen y va a seguir así. La cultura debe ser un patrimonio común, eterno, fuera de las discrepancias políticas o de la evolución de la situación internacional. Hay que seguir preservando la cooperación cultural en todas las áreas, como la cooperación educativa universitaria que desarrollamos año tras año para favorecer los intercambios entre profesores y estudiantes.
En las Alianzas Francesas en Venezuela hay cerca de 10 mil alumnos «aprendiendo francés», refiere Nadal. «Hay muchísimos venezolanos de cultura francesa o cultura francófona, además de la comunidad francovenezolana, de más de 4 mil personas en toda Venezuela».
La comunidad francófona en Venezuela «es muy dinámica, muy viva, muy activa».
El diplomático invitó a participar en el Primer Festival de Artes Escénicas Franco Venezolano, que se celebrará del 13 al 29 de marzo con teatro, danza, cine y otras actividades. «Va a ser una programación muy ecléctica. que incluye a un mago», destacó. El 20 de marzo es el Día Mundial de la Francofonía.