El encargado del lugar era el hermano mayor del líder del cartel, quien perdió un ojo durante una de sus estadías en prisión
50 funcionarios policiales de la Alcaldía de Medellín tumbaron la Casa Museo Pablo Escobar con la ayuda de excavadoras, en un intento por combatir la glorificación que existe en el país hacia el ex narcotraficante.
El museo estaba ubicado en Loma del Indio, en el barrio El Poblado y seguidamente arrastraba turistas de todas partes del mundo quienes mostraban su interés por conocer la vida y legado del líder del Cártel de Medellín.
De acuerdo con la página web de la Casa Museo, se exhibían fotos, pertenencias y objetos que muestran parte de la vida de Escobar. Además existían carros, muebles donde escondía dinero, piezas de aviones en los que hubo crímenes, helicópteros y la famosa avioneta que estuvo durante décadas a la entrada de la fastuosa Hacienda Nápoles.
Sin embargo, antes de las autoridades llegar al lugar, el dueño había demolido una parte y dejó una caja fuerte en un terreno baldío.
Su dueño es Robert Escobar, alías Osito, y el hermano mayor del líder del cartel, que fue uno de los pocos que llegó a viejo y la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), lo identificó como el segundo a cargo.
Sin embargo, decidió entregarse a las autoridades y en una de sus estancias en prisión, le llegó una carta bomba que, al explotar, le dejó ciego.
Las autoridades ordenaron la demolición del lugar porque la casa de dos plantas no poseía los permisos necesarios para su funcionamiento, edificación y apertura al público. Más allá de los permiso, las fuerzas judicial del país, trabajan para erradicar la idealización que existe en Colombia hacia Escobar.