La iglesia católica le concedió el título de beato en 2020, después de años de solicitudes por parte de fieles y seguidores que aseguraron milagros y favores concedidos de la mano del antes venerable
El Dr. José Gregorio Hernández, mejor conocido como “El médico de los pobres”, falleció el 29 de junio de 1919, después que un vehículo lo atropellara y le provocara una fractura de cráneo que lo llevó a una muerte instantánea.
El hecho ocurrió un domingo cerca del mediodía, cuando el doctor salía de una farmacia en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas, cuando observó que venía un tranvía, pero no logró mirar el vehículo que estaba detrás.
A las 10:00 a. m. del día 30 de junio de 1919, en medio de una multitud, comenzó el traslado del féretro de José Gregorio Hernández Cisneros al Paraninfo Universitario de la UCV sobre los hombros de estudiantes y discípulos, posteriormente sus restos fueron enterrados en el Cementerio General del Sur.
Para ese entonces, Hernández, nacido el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, estado Trujillo, tenía 55 años de edad. Tras el fallecimiento, la sociedad venezolana se ha encargado de atribuirle cualquier cantidad de milagros y favores concedidos.
La Diócesis de Trujillo prepara una conmemoración para este jueves por el fallecimiento y también la graduación como médico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cumpliendo 135 años de obtener el título de medicina.
“El médico de los pobres”, así es como todavía se llama al Dr. José Gregorio Hernández, y esto se debe a su vocación de servidor para los más necesitados, durante su carrera no dudó en ofrecer solidaridad a quienes se le acercaban en busca de ayuda.
Su familia era arraigada a creencias religiosas y él mantuvo esos principios hasta el día de su muerte. Incluso, hay testimonios que señalan que era capaz de sanar con solo tocar al paciente, es por ello que miles de familias venezolanas veneran al doctor en todas partes del territorio nacional.
Beatificación
La iglesia católica le otorgó el título de “Siervo de Dios” en 1972, que se requería para comenzar con el proceso de canonización y en 1986 el papa Juan Pablo II lo declaró “Venerable”, acercándose a la posibilidad de beatificación.
No fue sino hasta 2020, cuando el papa Francisco decidió autorizar la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández y tres meses después se inició el proceso de exhumación del cuerpo.
El 30 de abril de 2021 se celebró la ceremonia de beatificación en Caracas, donde estuvo presenta la familia de Hernández, bajo la ponencia del nuncio apostólico de Venezuela Aldo Giordano (en representación del papa Francisco), titular de la sede de Caracas, el obispo emérito de Caracas, algunos obispos del país, y médicos venezolanos.