La pandemia se transformó en una tierra de oportunidades para esta empresa, porque más personas decidieron contar sus historias y publicarlas. Hasta el 15 de octubre estará abierto el concurso Panhouse, para enamorar a nuevos talentos
Mientras todo se venía abajo en Venezuela, un grupo de personas decidió -al mejor estilo de lo que reza la Biblia- volver a construir. Las editoriales se marcharon, las imprentas casi se paralizaron, las librerías cerraron, la gente dejó de comprar libros; pero este derrumbe no amilanó a los creadores de Editorial Panhouse, que decidieron capear el vendaval y buscar oportunidades en estos espacios que quedaron vacíos. Panhouse significa alimento para el alma, y esto es lo que esperan ser.
No han arado en el mar.
«En Venezuela nos puede sorprender la situación que estamos viviendo con los nuevos autores» y también con pequeñas librerías en el interior del país, explica Paola Morales, comunicadora social y gerente de esta editorial fundada hace poco más de cinco años. «Jocosamente en la editorial decimos que en Venezuela se están vendiendo más nutellas que libros. No queremos dar por sentado que en Venezuela se está perdiendo esa cultura, sino que hay que promoverla, hay que alimentarla; es un terreno que hay que volver a abonar».
A la recesión económica le siguió la pandemia, tiempo en el que -como lo describe Morales- «tuvimos que encontrarnos con nosotros mismos», lo que aumentó la lectura y las ganas de escribir. Las personas se encontraron con que tenían cosas que contar. «La vida es muy agridulce, estamos arriba, estamos abajo; es en esas etapas donde nos probamos como personas, descubrimos de lo que somos capaces y nuestros dones y talentos».

Los números certifican esta explosión creativa. Antes de la pandemia podían publicar de 20 a 30 libros por año. En 2020 «se sacaron más de 75 libros, la gente tuvo el tiempo de encontrarse y de sentarse a escribir». En lo que va de 2021 pasan de los 100 libros, acota Miranda Cedillo, integrante del equipo y cursante de la carrera de Letras en la UCV.
Los libros de Panhouse apuntalan las marcas personales de los autores y se convierten en su mejor tarjeta de presentación, defiende Morales. La empresa presta todos los servicios editoriales. «Estamos imprimiendo en Venezuela», destaca. «Editorial Panhouse mueve toda una maquinaria» con talentos de Venezuela y del exterior. Buscan «fomentar la industria editorial y cultural» con el desarrollo «de un terreno que abandonaron otras editoriales».
Morales se pregunta: si se vende prácticamente cualquier cosa por redes sociales, como productos de belleza «que estamos comprando, ¿por qué el libro debe estar fuera de eso?». Muestra el texto de la dermatóloga venezolana Susana Misticone, que próximamente saldrá a la luz; el del coach Eduardo Martí, «A mover ese rabo»; el de Josemith Bermúdez, recientemente fallecida, «Vestida para sanar»; el de Luis Thielen, «Encuentro con tu destino». De haber un bodegón de libros en Caracas o en el interior del país Panhouse tendría cómo llenarlo.
Los libros de esta editorial son de liderazgo, de crecimiento personal, de experiencias vitales, de bienestar y salud, crecimiento espiritual. «La casa editorial tiene principios y bases cristianas», aclara Morales. Por eso quiere sumar y nutrir, y no navegar en el mar turbulento de la política o la economía. «Cada libro el mínimo de vidas que puede impactar es uno».

Para abrirles las puertas a nuevos autores lanzaron este año el concurso Panhouse, para textos de crecimiento personal. «No debes ser un gran escritor para tener una historia que contar», insiste Morales. La única condición es estar radicado en Venezuela, precisa Cedillo. «Al venezolano le pasa algo muy curioso. Siempre estamos hablando. Nos montamos en un taxi y el taxista nos empieza a contar su vida, y eso es ya una historia», agrega. Lo que quieren es «inspirar el futuro del país a través de las historias de las personas que han estado en silencio creyendo que no tienen nada para contar».
El concurso estará abierto hasta el 15 de octubre. El jurado, integrado por cinco personas, elegirá a tres ganadores que tendrán como premio la publicación de sus manuscritos debidamente curados.
Este equipo mira el futuro inmediato con optimismo. Ya tienen sede en Colombia. Esperan llegar a otros países, y tocar Estados Unidos. «Tenemos más de 300 autores en nuestra plantilla, y están en todos lados», comentan. En Panhouse sobra el optimismo.