Más de 300 creadores de unos 50 países participarán desde este viernes 12, en la fiesta del arte en una ciudad pronta a cumplir cinco siglos, lo que significará una bocanada de aire fresco frente a la crisis de desabastecimiento que sufre la isla
Considerado el mayor evento de las artes visuales en Cuba, la Bienal de La Habana regresa después de un accidentado lapso de tres años para llenar la ciudad de color, una fiesta de cumpleaños adelantada por los 500 años de la ciudad que aportará una bocanada de aire fresco en un momento de escasez.
La edición XIII, que comenzará oficialmente este viernes 12, tuvo que ser pospuesta de su fecha original en 2018 debido a los «gravísimos daños» económicos causados por el huracán Irma a finales de 2017. Sin embargo, «todo está listo para que sea un éxito», aseguraron este lunes sus organizadores.
Convocada por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP) y el Centro Wifredo Lam, ambos con financiación estatal, la Bienal incluye obras de «los principales artistas visuales cubanos, entre ellos nueve Premios Nacionales, junto a figuras emergentes y recién graduados», explicó el director ejecutivo del evento, Jorge Alfonso.
Más de 300 creadores de unos 50 países -entre ellos Estados Unidos y España, con unas de las mayores representaciones- participarán en la cita cultural, que se extenderá por un mes en la capital cubana y de cuyos predios saldrá por primera vez en sus 35 años de historia.
«Tenemos más de 12.000 artistas plásticos en todo el país. A 35 años de su fundación era difícil dejar la Bienal solo en La Habana», explicó la presidenta del CNAP, Norma Rodríguez.
Las ciudades de Pinar del Río, Matanzas (oeste), Cienfuegos y Camagüey (centro) también serán subsedes de la Bienal, donde resaltan propuestas como «Mar Adentro», de jóvenes artistas cienfuegueros, y «Ríos Intermitentes», a cargo de la cubanoestadounidense María Magdalena Campos-Pons.
Ante la polémica por las protestas de varios artistas opositores al Gobierno cubano excluidos de la Bienal -algunos intentaron sin éxito realizar una Bienal Alternativa- los organizadores indicaron que «se escogieron las obras que cumplen los requisitos de la convocatoria».
El tema de esta XIII Bienal: «La construcción de lo posible», es una «sombrilla bastante amplia» que admite variadas posibilidades de diálogo y enfoques que van desde la migración hasta la ecología y las relaciones humanas, señaló por su parte la directora artística del evento, Margarita González Llorente.
González destacó la «vocación de participación popular» de la cita, que «quiere inundar la ciudad de arte», algo muy esperado por los habaneros, que esperan con anticipación el regreso de espacios colaterales como «Detrás del Muro», que convierte al emblemático malecón habanero en una gran galería al aire libre.
En esta ocasión, la iniciativa cuenta con más de 70 artistas, la mayoría españoles, y se extenderá por la Avenida del Puerto y algunos metros hacia la calle Paseo, en La Habana Vieja, adelantó a EFE su director, Juan Delgado.
El ambiente de festejo que aporta la «gran fiesta de las artes» a la ciudad, pronta a cumplir cinco siglos, significaría una bocanada de aire fresco frente a la crisis de desabastecimiento que sufre la isla, donde escasean alimentos básicos y la vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil.