Personas procedentes de varias localidades españolas le rindieron homenaje. «Hay que reconocer a los grandes»
Los seguidores del artista español Camilo Sesto hicieron cola, este lunes 9 de septiembre, para darle un último adiós en la capilla ardiente instalada en la madrileña sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
«Desde los años 70 es un mito de la canción melódica española y su música ha pervivido en las generaciones jóvenes», subrayó el ministro español de Cultura, José Guirao, uno de los primeros en despedirse del músico, cantante y compositor, mientras ante los periodistas desfilaban coronas de flores como la enviada por «la familia Bosé», reportó EFE.
La capilla abrió sus puertas poco antes del mediodía y a ella ingresaron personas procedentes de otros lugares de España. Carla y su madre, tras viajar de noche en un autobús con origen en Barcelona encabezaron desde primera hora una larguísima cola cuyo final no se atisbaba a las puertas de la SGAE.
Eso es algo que destacó con «la piel de gallina» la presidenta de esta institución, la soprano Pilar Jurado, «en un país que no cuida lo suficiente a sus artistas al pasar su momento de gloria». «Se merece esto y mucho más», dijo, en alusión a sus 40 discos publicados, más de 100 millones de copias vendidas y 340 obras registradas.
De entre ellas, Victoria Rodríguez, una seguidora madrileña de 56 años, rememorará siempre «entre lágrimas» que «Perdóname» fue la canción que bailó por primera vez con su amor de juventud, mientras que Mireya y Juanjo, dos chicos de 18 y 22 años procedentes de Alcoy, localidad natal de Camilo Sesto, justificaron a Efe su asistencia a la capilla ardiente «porque hay que reconocer a los grandes».
Entre los primeros rostros populares que visitaron el lugar, las artistas Marian Conde y Encarnita Polo, quien recordó los viajes que hizo con el cantante y su «tremendo sentido del humor», una constante entre sus conocidos.
De su calidad como autor habló el compositor y director de orquesta Luis Cobos. «Es un artista como la copa de un pino que abrió puertas tanto como Julio Iglesias o Paco de Lucía; un ejemplo de fertilidad y talento creativo cuyas composiciones no se parecen nada a las de otros artistas ni entre sí», dijo el también presidente de AIE (Asociación de Intérpretes y Ejecutantes).
«Era un ser maravilloso, un hombre humilde que nació, creció y murió por la música, que era su gran amor, ya que se ha discutido tanto quién era su amor», afirmó Marta Sánchez, muy emocionada y «orgullosísima» de haber podido participar en el último disco de su vida, «Camilo Sinfónico».
A su carácter «cariñoso, caritativo y solidario» se referió el padre Angel, cuya iglesia está situada a pocos metros y fue escenario de una de las últimas apariciones públicas del artista, cuando todo de blanco presentó el tema que incluía la voz del papa Francisco bajo el título «Padre nuestro». «El Jesús Superstar estaba allí», recordó.
Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid y miembro de la ejecutiva de Ciudadanos, destacó por su parte cómo «además de poner música a nuestras vidas, en una España triste en blanco y negro, se atrevió a traer un musical del otro lado, la modernidad, ahora que dicen que Madrid es un Broadway latino».
Su homólogo en la Comunitat Valenciana, Vicent Marzá, ensalzó la «sensibilidad que ha tenido siempre recordando sus orígenes» y anticipó que les gustaría rendirle homenaje en su tierra natal «para que todos sus paisanos puedan despedirse de él».