Nació como Chloe Anthony Wofford en una familia de clase obrera, se graduó en filología inglesa en Howard University. «Sus narrativas e hipnótica prosa han dejado una marca indeleble en nuestra cultura»
«Morimos. Quizás ese sea el significado de la vida. Pero hacemos el lenguaje. Quizás esa sea la medida de nuestras vidas». Con una cita suya se despidió este martes la editorial estadounidense Alfred A. Knopf de una de sus autoras más queridas, Toni Morrison, la primera mujer negra en recibir el Nobel de Literatura.
Escritora de once memorables novelas que exploran la identidad afroamericana, en especial la de las mujeres, como la aclamada «Beloved» (Querida) o «Song of Solomon» (La Canción de Salomón) y «A Mercy» (Una Bendición), Morrison falleció este lunes a los 88 años en el hospital Montefiore Medical Center de Nueva York.
Con «profunda tristeza» así lo anunció la casa editorial en un mensaje de Twitter en el que su director, Sonny Mehta, destacó que la autora pasó su trayectoria «al servicio de la literatura» y señaló cómo pocas personas escribieron «con más humanidad o más amor por el lenguaje que Toni» en las letras estadounidenses.
«Sus narrativas e hipnótica prosa han dejado una marca indeleble en nuestra cultura. Sus novelas dominan y demandan nuestra atención. Son trabajos canónicos y, más importante, libros que los lectores siguen amando», agregó sobre esta abanderada de la narrativa de EEUU firmada por autores negros, también ganadora de un Pulitzer.
Nacida como Chloe Anthony Wofford el 18 de febrero de 1931 en Lorain (Ohio, EEUU), en el seno de una familia negra de clase obrera, Morrison se graduó en filología inglesa en la histórica Howard University de Washington, a la que volvería para ejercer de profesora.
Entretanto, conoció al arquitecto Howard Morrison, con quien contrajo matrimonio y tuvo dos hijos.
En 1964, tras separarse de su marido, dejó la enseñanza para mudarse a Nueva York, donde trabajó primero como editora de libros de texto y después como editora literaria en la prestigiosa editorial Random House, mientras criaba a sus hijos sola.
Fue en la Gran Manzana cuando adoptó el seudónimo de Toni Morrison, en 1970, para firmar su primera novela, «The bluest eye» (El ojo más azul), evitando así que en la editorial en la que trabajaba se enteraran de que publicaba en otra.
Después llegarían «Sula» y «Song of Solomon», que le valió el Premio Nacional de la Crítica estadounidense 1978, cuyo éxito comercial y de crítica le permitió dejar su trabajo en la editorial para dedicarse de lleno a la literatura.
Las siguientes novelas fueron «Tar baby» y «Beloved», de gran fuerza, donde cuenta la historia de una esclava fugitiva que, ante su inminente captura, mata a su hija para evitar que viva en la esclavitud.
Con esta última novela Toni Morrison ganó el Pulitzer de ficción en 1988, cuatro meses después de que un grupo de intelectuales negros publicara una carta abierta en el New York Times Book Review protestando por que no hubiera sido propuesta hasta entonces para ninguno de los premios literarios de prestigio.
En 1992 publicó «Jazz», así como un ensayo en el que defendía a Anita Hill, la joven negra que denunció por acoso sexual al juez Clarence Thomas, y un año después le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
Siendo la octava escritora en obtener ese galardón, y la primera mujer negra, la Academia sueca destacó de la obra de Morrison sus «novelas caracterizadas por una fuerza visionaria y un peso poético», con las que «da vida a un aspecto esencial de la realidad estadounidense».
Después del Nobel, Morrison continuó escribiendo, también junto a su hijo Slade Morrison, con el que se adentró en la literatura infantil, y exploró otros géneros, con resultados como las letras de «Four Songs», para el compositor André Previn, o el libreto de ópera «Margaret Garner», para Richard Danielpour.
Hoy lloraban su pérdida numerosos seguidores, entre ellos célebres figuras afroamericanas de EE.UU. como el expresidente Barack Obama, que en 2012 le otorgó la Medalla de la Libertad y este martes la calificó como «un tesoro nacional y tan buena narradora, tan cautivadora en persona como lo era sobre el papel».
«Me hizo entender que ‘escritora’ era una buena profesión. Crecí queriendo ser solo ella», expresó la productora Shonda Rhimes, mientras que la actriz Viola Davis consideró su escritura «una canción de amor a nuestra gente», y la también actriz Kerry Washington animó a celebrar su vida «con infinita gratitud y amor».
En junio de 2019 se estrenó en EEUU el documental «Toni Morrison: The pieces I am» (Toni Morrison: las piezas que soy), un documental dirigido por Timothy Greenfield-Sanders que explora su vida y obra, y los temas que dieron forma a su carrera literaria.
Escritora comprometida y políticamente activa, Morrison fue co-presidenta de la Comisión Schomburg para la Conservación de la Cultura Negra y es reivindicada por el movimiento feminista como una de las autoras contemporáneas que mejor ha analizado la situación de la mujer en la sociedad actual.