Asistentes al recinto capitalino se quejaron de la mala organización para ingresar y disfrutar del espectáculo
El pasado lunes 12 de febrero por la noche, se celebró el esperado concierto del cantante mexicano Luis Miguel, desde el estadio Monumental Simón Bolívar de La Rinconada, después de 11 años sin pisar suelo venezolano.
El concierto estaba pautado para comenzar a las 9 de la noche, sin embargo, inició 22 minutos más tarde, enloqueciendo al público que lo esperaba desde tempranas horas a las afueras del estadio.
Si bien el espectáculo fue de nivel, con un Luis Miguel que interpretó una treintena de temas uno tras otro, se registraron fallas en la logística que obligaron al público a hacer colas kilométricas para poder ingresar al recinto capitalino, e incluso, algunas personas se enteraron que la entrada que adquirieron al principio fue movida a un área de muy mala visibilidad.
Varios testimonios colgados en redes sociales, dieron fe de la desorganización para el ingreso al Monumental. «Horrible. Una cosa loca. No se molestaron ni siquiera en gasta 1 dólar para disponer un chico o chica en señalización o un hablador para indicarle a la gente (por dónde debían entrar)», afirmó una mujer en un video publicado en X.
Adicionalmente, el cantante no pronunció palabra alguna en medio de su recital, aunque ofreció gestos de simpatía al público en general, no saludó a sus seguidores al comenzar el espectáculo.
Simplemente dio inicio al concierto con “Será que no me amas”, para continuar con sus baladas, boleros y una sección dedicada a México. Además, homenajeó a Michael Jackson, con “Smile”; y a Frank Sinatra, con “Come Fly with me”;
Al finalizar, los asistentes le aplaudieron esperando otro tema, pero la emoción fue apagada por una descarga de fuegos artificiales y las luces encendidas en el estadio. Luis Miguel, también conocido como “El Sol de México” se despidió, con gestos, sin pronunciar palabra: lanzando besos a su gente, haciendo el saludo militar, levantando los brazos en alto.