La cifra de 16.192 espectadores acumulados en su tercera semana en cartelera, acreditó a “La chica del alquiler” como la película venezolana más taquillera en lo que va de este 2023. Una comedia romántica y ligera, dirigida por Carlos Caridad Montero (su ópera prima fue “3 Bellezas”, 2014) y protagonizada por Daniela Alvarado, Agustín Segnini (quien también la produjo), Patricia Schwarzgruber y Luis Olavarrieta, teniendo el famoso tema “Algo eléctrico” del grupo Aditus como telón de fondo en su banda sonora.
Uno de los personajes de “La chica del alquiler” que ha despertado interés por lo pintoresco y particular, es el de “Anzuelo”, une mujer transexual y mejor amiga de la protagonista, que aporta dosis de comedia y realismo, además de servir de apoyo para que la pareja central (Alvarado y Segnini) terminen de unir sus destinos. Este rol es interpretado por Augusto Nitti (@elnitti), actor venezolano de raíces italianas con formación actoral en academias de Nueva York, España y Colombia, quien ha pasado del teatro clásico al comercial, con el cual se dio a conocer en la escena caraqueña a través de comedias como “Muchacho no es gente grande”, “Taxi”, “TOC TOC” y “Bajo Terapia”.

Lleva una década como actor de cine en el país, donde ha participado en títulos como “Amor Cuesta Arriba”, “Muerte en Berruecos”, “Tres Bellezas”, “Espejos” y “El Tercer Deseo”, pero siente que el personaje de Anzuelo, además del reto de dar vida alguien de la comunidad LGBTIQ+, le ha expandido su visión como intérprete y persona: “Lo primero fue aspirar a interpretar un ser humano, una mujer transexual, sin cliché, sin formas y sin burlas hacia la comunidad que representa y en clave de comedia seria donde la línea es muy fina y el equilibrio es vital”.
-¿Qué le dejó la preparación que hizo pata construir este personaje?
-Fue una gran riqueza compartir con mujeres transexuales y “dragqueens”, no hay divisiones, ni diferencias. Somos seres humanos que sentimos y queremos lo mismo. Somos nosotros quienes ponemos muros a nuestra humanidad. A nivel profesional los meses de trabajo, te dan enfoque y de cierta manera sacas lo que tienes adentro; mientras más te conozcas mejor puedes construir tu personaje.
-¿A nivel físico, qué fue lo más difícil que tuvo que afrontar para desarrollar a “Anzuelo” en la gran pantalla?
-La mezcla de caminar con tacones desde la femineidad de Anzuelo con el cuerpo de un hombre. Las faldas son toda una odisea y todo el teipe empleado en mi cuerpo durante las cuatro semanas de rodaje.

Sin temor a encasillarse
Sobre el temor que pueda tener al encasillamiento como actor, dice que sin prurito sí aceptaría aceptar otro personaje de la comunidad LGBT+, bien sea en cine, teatro o TV: “Yo vengo del teatro y mientras más humanidad puedas representar más profundidad tendrán tus personajes. Uno saca lo que tiene dentro por experiencias o por herramientas, todo depende de la historia, del director y el equipo de trabajo, si esos tres elementos determinantes en una película fluyen y hay valores, por qué no aceptar otro rol de la misma línea, además cada historia es distinta”.

-Ya acumula variados títulos en el cine nacional, en ese sentido, ¿qué representa “La chica del alquiler” en su carrera y qué verá el público que asiste a verla?
-Representa agradecimiento por la salud de seguir haciendo y caminando en lo que amo, empatía por nuestro mundo y nuestra humanidad, una responsabilidad con un grupo de personas que al final somos todos. Y el público encontrará una comedia ligera, romántica, llena de situaciones que muchos hemos vivido, una película con parámetros internacionales que perfectamente puede estar en algún “streaming” o sala de cine del mundo.






