Su obra viste espacios de la urbanidad nacional, lo que lo adentra en el imaginario colectivo y los convierte en un ícono de la venezolanidad, honor ganado a pulso con tesón e investigación mientras cantaba y se ganaba la vida con su guitarra
El Museo de Arte Moderno MOMA de Manhattan, el Guggenheim de Nueva York, el Georges Pompidou en París y varias e importantes bienales, acostumbran exponer en sus reconocidas galerías, obras que cualquier venezolano está acostumbrado a apreciar en espacios urbanos.
Se trata del trabajo de Jesús Rafael Soto, un genio del cinetismo, que logró convertir sus piezas en parte de la iconografía nacional.
Soto nació en Ciudad Bolívar hace 96 años, tal día como hoy. El uso de las líneas y del movimiento en sus obras penetrables, con las que logra hacerle trampa a la mirada; son un sello de su trabajo, uno que se hace inseparable de quien la contempla, dada la experiencia ilusoria que genera y que termina por ser la verdadera intención de cada pieza.
Alumno de Antonio Edmundo Monsanto, quien fue tutor de varios de los representantes de las artes nacionales de la segunda mitad del siglo XX, Soto mantuvo, una vez arribó a Paris, todos los conceptos aprendidos en la Escuela de Artes de Caracas. Llevó la capital francesa el entendimiento aprendido de que «todo se reduce al cubo, al cono y al cilindro».
Allá, al viejo continente, también llevó su guitarra, que había aprendido a tocar cuando tenía 12 años y que le servía de sustento a través de sus interpretaciones de canciones populares venezolanas y latinoamericanas en los bulevares parisinos.
Su obra ha sido expuesta junto a la de artistas de la talla de Alexander Calder, Bury, Tinguely, Duchamp, Jacobsen y Vasarely y, en nuestro día a día, los caraqueños seguimos apreciándola de forma gratuita en el Metro de Caracas, el Teatro Teresa Carreño, la Autopista Francisco Fajardo, el boulevar de Sabana Grande a la altura de Chacaito, la Universidad Central de Venezuela y el Aeropuerto de Maiquetía.
Para celebrar 96 años de su natalicio en Ciudad Bolívar, donde en el año 1973 se inauguró el Museo de Arte Moderno que lleva su nombre, Contrapunto ofrece una serie de imágenes de algunas de las obras de este artista que hoy sigue dando de que hablar.
Techo del Teatro Teresa Carreño
Escultura en la Facultad de Arquitectura de la UCV
Escultura en movimiento
Pieza exhibida en el Museo de Arte Moderno (Museum Of Modern Art)