En julio de 2015, en su viaje a Bolivia, Francisco, primer papa latinoamericano, pidió «humildemente perdón» no sólo por «las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América», expresó el vocero de la Santa Sede, Alessandro Gisotti
El Vaticano no comentó la carta que el presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, envió mandado al papa Francisco para reclamar una disculpa por los supuestos crímenes cometidos por la Iglesia católica durante la conquista de América y recordó que el pontífice ya pidió perdón sobre esta cuestión.
El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, dijo a Efe que «por el momento» no tiene nada que aportar pero subrayó que «como es sabido, el Santo Padre se ha ya expresado con claridad sobre esta cuestión».
En julio de 2015, en su viaje a Bolivia, Francisco, primer papa latinoamericano de la historia, pidió «humildemente perdón» no sólo por «las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América».
«Aquí quiero detenerme en un tema importante. Porque alguno podrá decir, con derecho, que cuando el papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia», afirmó el papa argentino en un acto con los movimientos populares en Santa Cruz de la Sierra.
Francisco reconoció «con pesar» que «se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios».
Recordó también que ya lo reconocieron tanto sus antecesores como la Conferencia Episcopal de América Latina y citó las palabras de Juan Pablo II, quien «pido que la Iglesia se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos».
En Santo Domingo el 12 de octubre de 1992, el hoy santo Juan Pablo II pidió perdón a las poblaciones americanas por las «injusticias» cometidas contra sus antepasados.
«La Iglesia, que durante estos 500 años ha acompañado en vuestro caminar, hará cuanto esté en su mano para que los descendientes de los antiguos pobladores de América ocupen en la sociedad y en las comunidades eclesiales el puesto que les corresponde», afirmó el pontífice polaco.