«En la medida en que el ciudadano tenga la Constitución en la mano, y todos los días le haga contrapeso al gobierno, está haciendo oposición», sostiene el secretario político de Acción Democrática en el estado Bolívar
Salir de Caracas se ha convertido en un imposible, pero también, en un dolor. Si la capital del país es una burbuja, el interior de Venezuela es una herida abierta. Los dirigentes políticos no dejan de recordarlo cuando les toca recorrer las calles caraqueñas. Y Simón Andarcia, secretario político de Acción Democrática (AD) en el estado Bolívar, no es la excepción.
«No puede ser que un país esté pendiente de una bombona de gas, de un servicio de gasolina, de un servicio de luz, de un servicio de transporte, cuando ese es un hecho normal en cualquier parte del planeta. El gobierno represor tocó la parte psicológica del ciudadano venezolano», afirma Andarcia en entrevista con Contrapunto.
En Venezuela «queremos un cambio urgente, que se perciba nuevamente la democracia y que estos temas de la vida diaria -como inflación, falta de medicina y alimentos-, las crisis estructurales de Venezuela se terminen de una vez por todas», subraya.
A su juicio «hay que mantenerse en una constante dinámica de protesta», porque «no es posible que la crisis política y social de Venezuela no se pueda superar con conciencia adulta».
También es perentorio «visualizar, iniciar proyectos y mantener diálogos directos con la gente, en busca de soluciones urgentes».
-¿Cómo se materializa la protesta?
-Venezuela tiene una Constitución Nacional. Todos los países del mundo tienen una Constitución por la cual regirse. Cada ciudadano debe hacer valer esa Constitución y exigir el cumplimiento de la ley.
-¿Por ejemplo?
-En la medida en que el ciudadano tenga la Constitución en la mano, y todos los días le haga contrapeso al gobierno, está haciendo oposición. No se trata solo de que lo hagan solo los políticos, sino de que todo el país esté en consenso buscando una mejor calidad de vida, el futuro de los jóvenes y todo lo que se ha perdido en esta tragedia.
-¿Por ejemplo?
-Los derechos civiles. La violación sistemática de derechos humanos en Venezuela es un problema de Estado, y ha saltado de Venezuela a otros países del mundo. Todos tenemos la responsabilidad de exigir que se cumpla la Constitución.
-¿Se debe participar en las parlamentarias?
-La política de Venezuela es tan dinámica, que todas las semanas está en constante cambio. Hay que tener en cuenta los tiempos: ni avanzar ni quedarse atrás. Políticamente soy partidario de mantener la línea que la Asamblea Nacional ha venido materializando, con los tres pasos.
-¿Está vigente ese esquema?
-Para mí sí está vigente. No estoy de acuerdo con hacer un referéndum consultivo; es más de lo mismo. No estamos enfrentando un gobierno en situaciones normales en cuanto a temas electorales.
-¿Iría a las parlamentarias?
-Sí, porque nosotros no tenemos lo que ellos tienen. Ellos tienen fuerzas militares, todas las herramientas para mantener al país sometido. El único instrumento que tenemos nosotros es el voto, y hay un mundo entero observándonos y apoyándonos. Gracias a dios eso está sucediendo por el alcance que ha temido el presidente encargado, Juan Guaidó, en la política internacional. Lo único que falta es ejecutarla.
-¿Qué puede lograr la oposición con las parlamentarias?
-En el pasado hemos tenido gestión cuando fuimos a elecciones de gobernador. Son cuatro gobernadores que han puesto el pecho, que ellos no han podido doblegar y que han hecho gestión.
-¿Si el resto de la oposición no va?
-El tema de la unida en Venezuela debe ser un punto central para el éxito, como se obtuvo en el año 2015, cuando tomamos la AN. Tanto es así, que en este momento crucial, cuando nos han despojado de la AN, sigue vigente el reconocimiento público de la gente.
-¿Cómo se llega la unidad?
-Ellos tienen que reflexionar políticamente si quieren este país. El consenso, hasta en la casa de uno. Si no hay consenso ni en el grupo familiar…
-¿Están discutiendo esto en Bolívar?
-Estamos constantemente en la calle con el ciudadano. Tenemos que trabajar en función del ciudadano, de sus necesidades más importantes.