Los últimos cincuenta años han supuesto un corte de desforestación nunca antes visto en la historia de la humanidad, arrasando un 15% de la superficie mundial de vegetación equivalente al territorio de España, Portugal y Francia.
La causa principal de este continuo aumento de deforestación es el crecimiento desmedido del consumo de carne que ha impulsado una expansión sin precedentes de la ganadería extensiva y el cultivo de soja, ambos destinados a alimentar al ganado.
Tan sólo Brasil, país que alberga la mayor parte de la selva amazónica, ha transferido más de 60 millones de animales a la región.
Cifras que alarman: causa de la deforestación en Brasil
Las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña se han disparado, en el primer semestre de este año se registró un aumento del 27% interanual en la devastación de la vegetación, pasando de 1.645 a 2.090 kilómetros cuadrados. Aunque junio de el presente año se mostró una leve estabilidad en la pérdida de bioma respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando los 458 kilómetros cuadrados, la cifra es la más baja desde que se comenzó a contabilizar la estadística en 2016, sin embargo, el incremento semestral global es innegable.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha restituido el presupuesto para el Ministerio de Medioambiente, en sus dos primeros años, el ejecutivo de Lula logró reducir la tala en la Amazonia en torno a 22% en 2023 y otro 30% en 2024. Lula ha prometido erradicar la deforestación ilegal en la Amazonia para 2030.
Sin embargo, los datos semestrales provisionales del INPE sugieren que esta tendencia a la baja podría haberse interrumpido este año. Los ecologistas señalan con preocupación el trámite parlamentario de un proyecto de ley que flexibiliza el licenciamiento ambiental, lo que podría desatar «un aumento de los conflictos de tierras, ocupaciones ilegales y deforestación a gran escala».






