Sophie Chandauka, presidenta de la organización benéfica Sentebale, cofundada por el príncipe Harry en 2006, ha acusado al duque de Sussex de ejercer «acoso e intimidación a gran escala» tras su renuncia esta semana a la junta directiva de la entidad. La salida de Harry, su cofundador, el príncipe Seeiso de Lesoto y otros miembros de la junta se produce en medio de un conflicto interno que los príncipes calificaron de «devastador» en un comunicado conjunto.
En una entrevista con Sky News emitida este domingo, Chandauka afirmó que Harry autorizó la difusión de «información perjudicial» sin consultar a los directores de la organización. «¿Pueden imaginar el daño que este ataque ha causado a mí, a los 540 empleados de Sentebale y a sus familias? Esto es un ejemplo claro de acoso e intimidación a gran escala», declaró.
El príncipe Harry y el príncipe Seeiso anunciaron su renuncia el miércoles en un comunicado conjunto, señalando que la relación con Chandauka se había deteriorado «irreparablemente». «Es devastador que hayamos llegado a este punto tras años de trabajo dedicado a los jóvenes afectados por el VIH y el sida en Lesoto y Botsuana», expresaron.
Respuestas y reacciones
Representantes de Harry y su esposa, Meghan, no respondieron de inmediato a las acusaciones. Sky News indicó que la pareja declinó ofrecer una respuesta formal a la entrevista.
Una fuente cercana a los patronos y miembros de la junta de Sentebale, incluido Harry, aseguró que la renuncia fue una decisión colectiva tomada ante lo que describieron como una «maniobra publicitaria» de Chandauka. «Seguimos firmes en nuestra decisión», afirmó la fuente, que pidió permanecer en el anonimato.
¿Que es Sentebale?
La organización, creada en 2006 en honor a la princesa Diana, ha brindado apoyo médico y psicosocial a miles de jóvenes en el sur de África. Su labor ha sido ampliamente reconocida, aunque este episodio marca uno de los conflictos más públicos en sus 18 años de historia.
Mientras la polémica sigue escalando, el futuro de Sentebale y su impacto en las comunidades que sirve quedan en entredicho, planteando interrogantes sobre la estabilidad de la institución tras la salida de sus fundadores.