Cualquiera de los nombres que escojan sus padres, Meghan Markel y el príncipe Enrique, ya los apostadores iban perdiendo pues las jugadas se concentraron en que sería una niña y se llamaría Diana, como la fallecida Princesa de Gales
La casa de apuestas británica Paddy Power había suspendido el pasado jueves en la noche las jugadas sobre la fecha de alumbramiento del bebé real, creyendo que ya había nacido. Pero este lunes, cuando se conoció la noticia del nacimiento del primer hijo varón del príncipe Enrique y de Meghan Markle, otra vez la apuestas subieron pero ahora por cuál será el nombre del nuevo miembro de la familia real inglesa.
Desde el anuncio del embarazo de Meghan, los apostadores habían optado por el nombre de una niña, y Diana llevaba la delantera por ser el de la fallecida madre de Enrique. Y para un niño los apostadores se inclinaban por Alejandro, Arturo, Jacobo o Eduardo.
Pero, en cualquier caso, los británicos esperan con impaciencia conocer el nombre de pila del bebé real.
Un nacimiento real siempre suscita muchas especulaciones en Reino Unido, pero éste en particular despertó más curiosidad porque la pareja real optó por mantenerse lo más posible a salvo de las miradas.
Enrique y Meghan advirtieron a comienzos de abril que «compartirían la buena noticia» del nacimiento tras celebrarlo «en privado y con la familia», al contrario que el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, quienes presentaron a sus tres hijos a la prensa internacional inmediatamente después de su nacimiento.
Para celebrar el evento, el London Eye, la enorme rueda de la capital inglesa, ubicada a orillas del río Támesis, se iluminará en rojo, blanco y azul. Y en la torre de telecomunicaciones BT se pudo leer un mensaje que reza «Es un bebé varón».