Hoy es el Día del Periodista en Venezuela. «El oficio más bonito del mundo», como decía Gabriel García Márquez. Una profesión que cuando se ejerce bien deja muchas satisfacciones, pero cuando factores de poder impiden su ejercicio deja muchos sin sabores, pues, siempre quedará una historia que contar y unos lectores con necesidad de información o solo con una parte de la misma.
Actualmente el periodismo en Venezuela, que no responde a una ideología política, enfrenta grandes desafíos, retos, difícil acceso a las fuentes oficiales, persecusiones y bajos salarios. Pero el gremio sigue ahí, luchando por llevar la verdad a los lectores y por sobrevivir a un entorno que se ha hecho muy duro.

Contrapunto.com realizó un breve sondeo a varios profesionales para saber su opinión en cuanto al ejecicio del oficio, sus limitaciones y sus punto de vistas en los actuales momentos.
Mucha gente con miedo
Irene Sola, periodista con más de una década en ejercicio, comentó que hay muchos temas para abordar, hacer un reportaje o una crónica, pero los voceros y las fuentes tienen temor de dar a conocer sus puntos de vistas o simplemente de suministrar alguna información relevante. «En este país pasa de todo, pero para conseguir fuentes, voceros, (y) maneras de montar un determinado tema es muy complicado y más con lo que ha pasado durante los últimos meses porque las organizaciones tienen miedo, los activistas tienen miedo, los economistas tienen miedo».
Johan Álvarez también atribuye lo difícil de hacer una cobertura por las limitaciones que hay con respecto a los temas de salud, parlamento, todo lo referente a la política y datos claves para realizar una buena entrega con mucho rigor y ética a los lectores o usuarios de redes sociales.
Álvarez es un periodista que cubre muchas fuentes y tiene las bases para argumentar sus opiniones. Para él, el ejercicio del periodismo ha cambiado mucho en los últimos 10 años.
«A pesar de que parece poco, 10 años, pero en 10 años han pasado tantas cosas políticas en Venezuela y el mundo que en efecto ha cambiado muchísimo. En ese periodo de tiempo, que parece corto, antes podíamos tener acceso a la fuente de manera directa. Uno podía interpelar a diputados de manera libre, relativamente. Es decir, podíamos tener acceso, por ejemplo, a la Asamblea Nacional, a los ministerios, incluso algunos otros (periodistas), que ya tenían mucha más experiencia y contactos, tenían acceso a Miraflores y estamos hablando de año 2012 al 2015. Digamos, en ese periodo de tiempo en el que fallece Hugo Chávez y toma el poder Nicolás Maduro, hay un cambio evidente», aseveró.
En ese mismo tono, Sola, quien en las pautas llega con su tripode, su celular y sus balitas (micrófonos inalámbricos), casi siempre sin camarógrafo, desde un tiempo para acá, expresa el temor que percibe por parte de las personas a las que entrevista. «El miedo es algo generalizado y obviamente no quieren hablarte por miedo. Entonces, cada vez más difícil el tema de conseguir las fuentes para poder hacer el trabajo, teniendo en cuenta de que no existe la fuente oficial y que no hay tampoco números, ni cifras, ni boletines oficiales de ningún tipo en el país. Cada vez se hace más difícil porque uno no puede basar el trabajo periodístico simplemente en rumores».
«Me ha costado hacer periodismo, sí, todos los días. Porque si no es el tema, es la persecución, es el miedo que uno mismo siente por sí mismo, es todo», comentó, además, agrega que el periodismo siempre ha tenido su nivel de complejidad. «Lo que pasa es que a lo largo del tiempo ha ido mutando la complejidad o la manera de ver las cosas. Es decir, quizás ahorita no es como en 2017, que tenías miedo a que te dieran un perdigonazo, pero ahorita tienes miedo de que en cualquier momento por decir algo que a alguien no le haya gustado te lleven detenido o por estar mal puesto en un sitio, te lleven detenido».

El gran desafío es subsistir
Para otros la cosa va más allá de la «falta de libertad de opinión, la canalla mediática o las fuentes». Los bajos sueldos que perciben los periodistas está mermando el gremio y muchos han migrado a ser «emprendedores o comercializar cuantos productos puedan para sobrebivir el quince o el último de cada mes».
Reinaldo Linares es un periodista con más de 25 años en el campo laboral, ha cubierto diversas fuentes y es un referente para otros colegas en cuanto a las jornadas en la Asamblea Nacional. «El ejercicio del periodismo en la actualidad ha sufrido varios cambios comparativamente con años anteriores. Yo diría que principalmente, el elemento clave son los bajos salarios que están recibiendo los comunicadores en los distintos medios, tanto en los públicos como en los privados».
Linares argumenta que «eso de alguna manera ha redundado, por un lado, que muchos periodistas hayan decidido emprender otras labores muy distintas a la comunicación social. Cada vez están emergiendo nuevas generaciones, quizá con una preparación no óptima comparada con periodistas de otras épocas porque eso es una consecuencia de la baja educación en Venezuela por distintas razones».
Por su parte, Emma Grand suma al comantario de Linares que el reto más grande que tiene un periodista es la de subsistir con los salarios que tienen por sus labores profesionales. «Los desafíos actuales del periodista son muchos, pero el principal es seguir sobreviviendo. Es lo más importante porque sin ingresos no se sobrevive, nos ha pasado y lo vivimos en nuestro entorno que muchos colegas han tenido que dejar el periodismo para sobrevivir».
Grand ha trabajado en varios medios públicos y privados. Las fuentes que ha cubierto son muy diversas y está consiente que «es un desafío poder sobrevivir con el periodismo, empezando por ahí. Lograr ingresos dignos, poder vivir de esta profesión».
Ella también es crítica con las instituciones que deberían velar por la seguridad social y el bienestar de sus agremiados. Le exige al Colegio Nacional de Periodismo mayor atención y velar por la seguridad de sus afiliados. «Otro desafío que tiene el periodista en Venezuela es tener un colegio serio y con un poder de protección real para el periodista y lograr dentro de las instituciones del país protección. Eso es un desafío grande y difícil», asegura.

Las redes sociales: ¿amigas o enemigas del periodismo?
Desde que llegaron o se masificaron las redes sociales, ¿todo cambió?. Para Criss Monterrey, las redes sociales son una gran ayuda y una herramienta crucial para el periodista, sin embargo critica que los colegas la usen y no vayan al fondo de la noticia o de la información generada a través de un post en X o de una publicación de Instagram.
«Mi opinión es que son amistosas y todo lo que tú quieras, pero basar tu carrera solo en lo que ves en internet, eso lo puede hacer cualquiera, honestamente». Monterrey insiste que el periodista debe ir hasta el fondo de la información que aparecen en las redes sociales y si es posible, contactar directamente a las fuentes.
Linares también concuerda con el punto de vista de Monterrey y añade que el comunicador social no se debe conformar con la información publicada por un vocero. «Se tiene que ir más allá, buscar más, si es posible hablar con familiares o personas cercanas si la información tiene que ver con alguna persona, incluso, ir si es necesario hasta el lugar de los acontecimientos».
«En los tiempos modernos las redes sociales son una ayuda, sobre todo para difundir, te pueden servir para guiarte, pero creer que las redes sociales son la única fuente, eso es lo que a mí me parece mal», expresó Criss Monterrey, quien por muchos años ha sido una periodista destacada en la fuente de arte y entretenimiento, además de ser jefe de prensa de varios artistas nacionales e internacionales.
Quien suscribe esta nota, y tiene más de 10 años en la labor de informar, cree que en un país como Venezuela, el ejercicio del periodismo es una tarea compleja y, a menudo, desafiante, pero fundamental para la salud democrática y la información ciudadana. El periodismo en el país, hoy más que nunca, es un acto de valentía y compromiso. A pesar de las adversidades, la misión de informar con rigor y ética se mantiene firme, siendo un pilar insustituible para la democracia y el entendimiento de nuestra realidad.
«Para ser buen periodista, ante todo, hay que ser buena persona«, Ryszard Kapuściński