El mundo católico se prepara para un evento trascendental: la elección del nuevo papa. En el próximo cónclave, 133 cardenales de 71 países serán los encargados de tomar esta histórica decisión. Este grupo selecto de purpurados, todos menores de 80 años, se reunirá en la Capilla Sixtina para deliberar y votar hasta alcanzar el consenso necesario.
Según los datos más recientes del Vaticano (actualizados a abril de 2025), la Iglesia católica cuenta con 252 cardenales en total. Sin embargo, no todos están facultados para participar en un cónclave. Solo aquellos que no han cumplido los 80 años de edad al momento en que la sede papal quede vacante tienen derecho a voto.
El Colegio Cardenalicio, compuesto por todos los cardenales de la Iglesia, cuenta con un número mayor de miembros, pero solo aquellos que cumplen con los requisitos de edad y participación activa en la Iglesia pueden formar parte del cónclave. La diversidad geográfica de los electores refleja la globalización de la fe católica, con representantes de América Latina, Europa, África y Asia.
El proceso de elección sigue una tradición centenaria: los cardenales votan en secreto y, tras cada ronda, se queman las papeletas. Si el humo es negro, significa que aún no hay consenso; si es blanco, el mundo sabrá que un nuevo papa ha sido elegido.
La expectativa crece en torno a los posibles candidatos y las tendencias dentro del Vaticano. ¿Será un papa latinoamericano, europeo o africano? ¿Qué perfil buscan los cardenales para guiar a la Iglesia en los próximos años? La respuesta se conocerá en los próximos días, cuando el humo blanco anuncie al sucesor de San Pedro.