Con la expulsión del embajador de Alemania en Caracas, Daniel Kriener, el Ejecutivo de Nicolás Maduro tomó la primera medida contra uno de los diplomáticos que recibió al presidente de la Asamblea Nacional (AN) y proclamado presidente encargado, Juan Guaidó, a su regreso al país el pasado 4 de marzo.
Kriener acudió al Aeropuerto Internacional de Maiquetía para apoyarlo ante las amenazas de detención por parte del oficialismo y aseguró que los diplomáticos presentes buscaban «una salida pacifica de la crisis de Venezuela».
El Ejecutivo de Maduro no explicó si la medida contra Kriener obedecía a la presencia del embajador en Maiquetía.
Pero en la terminal aérea estaban, además del diplomático alemán, los embajadores de Francia, Romain Nadal; y de España, Jesús Silva. También, el encargado de negocios de Chile, Roberto Araos.
«Hay un principio de inmunidad parlamentaria que hay que respetar y esperemos que así sea, que se cumplan las leyes de Venezuela», dijo Silva.
Nadal, por su parte, subrayó que estuvieron en el aeropuerto «como testigos de la democracia y de la libertad para que pueda entrar el presidente Guaidó en el territorio venezolano».
Pidió «que se respeten los derechos de los responsables políticos venezolanos», de «libertad de expresión, de entrar y de salir del país» y señaló que se debe «facilitar una solución democrática y pacífica a la crisis actual en Venezuela que necesita una negociación y un respeto de la democracia y de los derechos humanos».