Convencido de que el Gobierno e»stá haciendo lo correcto» el constituyente indica que debe trabajarse el discurso para apartarse de las consignas y mejorar el contenido, que haga más reflexiva la discusión en el país.
Es jueves 27 de junio, día del Periodista en Venezuela y Alberto Aranguibel llega puntual a la cita para conversar sobre su visión como analista político sobre la coyuntura venezolana.
Saluda con formalidad y amabilidad y tras un breve intercambio de impresiones sobre sobre la dinámica de la entrevista comenzamos la conversa.
Considera con vehemencia que es la “oposición de a pie” la responsable de los problemas que confronta este sector político, ya que escoge liderazgos que a su entender no son los adecuados.
– Las negociaciones necesitan por lo menos dos y la disposición a ceder… ¿En qué debe ceder el Gobierno para ayudar a destrancar el juego?
-Esos conceptos no están bien usados. La negociación es un concepto corporativo. No es negociación lo que debe haber. Lo ideal es que exista un escenario con base en las necesidades detectadas a partir del instrumental político adecuado, pero cuando intervienen los medios se distorsiona el debate. Eso es lo que ha pasado. La derecha apoyada sobre el peso de los medios ha abandonado el trabajo de masas y ha posicionado la matriz de se una mayoría que no han podido demostrar.
-¿Qué hacer?
-Lo que hemos hecho. El llamado diálogo. Inclusión e igualdad social. Por eso hicimos los Clap, un único programa en el mundo. Trabajar en fórmulas económicas para solventar las necesidades de la de gente. Solventar las presiones que desde mundo capitalista nos acechan. Las acciones del gobierno va en el sentido correcto.
-La guerra económica no es solo una justificación.
-Este gobierno está asediado y está resistiendo. Ellos vienen diciendo que Maduro está caído y perdido desde que asumió el poder y no han podido con él. Entonces… ¿quien está perdiendo la pelea?
– ¿Qué pasa con Guaidó?
-Con Guaidó lo que se ha hecho es lo mismo que se hizo con los militares de Altamira: dejarlos que se cocinen en su propia salsa. A Guaidó hoy lo detestan más que nunca. Hoy lo detractan desde la oposición y ha caído más que nunca. Se acabó Guaidó para siempre. La derecha jamás reconoce los errores de su escogencia de los liderazgos.
-¿Entonces es la gente opositora de a pie es la responsable?
El problema de la oposición es la gente de a pie que no aprende de los engaños y desechan los liderazgos que escogen.
-Cómo generar un clima de confianza a los sectores que adversan al Gobierno.
Hay que buscar salir del discurso de consignas y de la arenga y generar una reflexión. A Chávez no se le alzaban porque su discurso era siempre una reflexión que llegaba muy profundo en la gente.
-¿Es Maduro el problema?
No. Definitivamente no.
-¿Qué pasa entonces?
Hay una falla en la pedagogía. Hay que retomar el espacio del ideario chavista socialista y la reflexión de los valores de la democracia. Hay que trabajar sobre alma del sector opositor de pie para hacerle comprender que es víctima de un tragedia que se ha cernido sobre la sociedad.
-¿Cual es la distorsión?
Los valores universales como la vida. La casi totalidad de la gente opositora de a pie cree que es un derecho matar guardias nacionales. Callado lo dice. Dicen cosas como “quien mando a ese chavista a meterse ahí”.
-¿Cree que es así?
Esa alteración de toda la estructura de principios debe ser corregida y es responsabilidad del Estado hacerlo. Por chavistas y por deber del Estado. Trabajo en ese sentido
La visita Bachelet
– ¿Qué le aporta a la idea de conseguir una solución a la confrontación política que existe en el país la visita de Bachelet?
Sostengo desde hace tiempo que el problema más grave de Venezuela no es político ni económico sino comunicacional, porque de este deriva el grueso del problema. Las distorsiones que hay en la realidad venezolana surge del medio de comunicación. El fenómeno Bachelet no escapa a esta realidad que describo. Lo que hemos visto es la tensión que hay es como lo cada factor lo coloca a su favor.
- Entonces no importa lo que la Alta Comisionada haya constatado o lo que coloque en su informe del 5 de julio
La respuesta apunta a que no interesa constató sino cómo le saco provecho para mi pacialidad política. Con lo cual es probable que el informe del 5 de julio será tratado de la misma forma.
- ¿Fue positiva o no?
La visita es positiva porque refuerza la democracia venezolana, que nadie niega que tiene sus problemas, pero es un país donde funciona su institucionalidad. Habla de la atención que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas le da al país y envía a sus funcionarios para que hagan un diagnóstico con la metodología correcta. Se hace estableciendo contacto con el Estado venezolano, y confirma que no hay un Estado fallido, más allá de las diferencias que existen y de la propaganda de las derecha venezolana e internacional. Es un avance, se reunió con todos los poderes públicos y con los sectores de la sociedad civil.
¿Y al debate que le aporta?
Esa sindéresis es buena para el debate político, porque los intereses de los bandos en pugna son exactamente los mismos, solo que a partir de concepciones diametralmente distintas. Los conceptos de democracia, dictadura y libertad son totalmente opuestos y en ese territorio árido de desencuentro se necesita buscar elementos que favorezcan la sindéresis que ayude encauzar el diálogo y el entendimiento.
– ¿La sola visita de Bachelet no evidencia un problema con el tema del respeto a los Derechos Humanos en el país?
No es necesariamente. La lógica del Gobierno es traerla para demostrar que la oposición miente con la especie de que en Venezuela se violan los Derechos Humanos. Ella no convalidó su especie y se desmonta lo que dice la oposición, que ahora la cuestiona y critica. Los factores internos y los internacionales. La derecha y el imperialismo han tratado de posicionar al Consejo de derechos Humanos como una instancia punitiva y hay quienes entienden es una suerte de ente carcelario y no es así. Eso habla de la precariedad del entendimiento de la derecha en el tema. La atribución de Alta Comisionada no es censurar ni condenar es buscar ayudar en el tema.
– Entre sus atribuciones está “verificar el cumplimiento de la normativa internacional en materia de derechos humanos” y queda una comisión de monitoreo de temas, entre ellos la tortura.
Por eso hablo de la importancia del lenguaje. Ella no habló de que existía tortura sino que se trabaja para prevenir cosos de ese tenor. Hablo de la necesidad de depurar el lenguaje que debe usarse.
- No existen problemas con los cuerpos de seguridad del Estado y el tratamiento a las personas. Problemas en la cárceles con los presos.
Parto de lo que tengo comprobado y abogo por la verdad. Yo no tengo elementos para decir que aquí se tortura. Las cárceles son infierno por eso hay que portarse bien.
- Usted afirma que “el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no tiene entre sus atribuciones la de calificar o certificar la legitimidad de los gobiernos”, así que la visita de la Alta comisionada no implica el reconocimiento de la legitimidad de Maduro.
Es verdad. No está entre sus atribuciones. Allí está la sobre dimensión de la visita. Es una manera de prepararse usando los medios y así adelantarse a lo que pueda darse. Como analista político percibo que esa es la actitud de los bandos en pugna.