Un reportaje del diario español ABC, replicado por El Nacional, señala que el gobierno de Venezuela habría puesto en marcha una estructura financiera paralela que permitió desviar recursos públicos hacia Irán, debilitando la transparencia fiscal del país y beneficiando principalmente al régimen iraní.
De acuerdo con documentos en poder de la Fiscalía y organismos de inteligencia de Estados Unidos, Venezuela funcionó como una plataforma financiera y logística encubierta para Teherán, facilitando la evasión de sanciones internacionales y el flujo de capitales hacia sectores estratégicos como energía, infraestructura y áreas de uso dual con posibles fines militares.
Los archivos señalan que estos mecanismos también están bajo investigación por su posible utilización para canalizar pagos hacia terceros países, entre ellos España, mediante intermediarios empresariales, fondos binacionales y redes financieras en jurisdicciones opacas.
Una relación bilateral con trasfondo financiero
Entre 2006 y 2009, Caracas y Teherán firmaron al menos 279 acuerdos de cooperación en áreas como petróleo, petroquímica, industria, banca y tecnología, lo que elevó el intercambio comercial bilateral por encima de los 6.000 millones de dólares. Sin embargo, según la investigación, lejos de limitarse a proyectos productivos, esta relación derivó en una arquitectura financiera compleja diseñada para mover recursos fuera de los controles tradicionales.
El reportaje destaca que la alianza entre ambos gobiernos se consolidó en un contexto de aislamiento internacional, con Venezuela buscando aliados estratégicos para sortear sanciones y con Irán aprovechando la plataforma venezolana para expandir su influencia económica y política en América Latina.
Reacciones e implicaciones
Fuentes consultadas por ABC subrayan que la investigación estadounidense podría tener repercusiones en el ámbito diplomático y financiero, especialmente en países europeos donde se habrían canalizado parte de los recursos. Además, se advierte que este esquema habría debilitado aún más la capacidad de control fiscal interno en Venezuela, generando opacidad en el manejo de fondos públicos.
La revelación se suma a una serie de denuncias internacionales sobre el uso de estructuras paralelas por parte del gobierno venezolano para sostener alianzas estratégicas con países sancionados, lo que refuerza las preocupaciones sobre la transparencia y la legalidad de estas operaciones.






