El Gobierno de Venezuela advirtió este lunes a Trinidad y Tobago que responderá en caso de que su territorio sea utilizado para un ataque en su contra, en el marco de las crecientes tensiones con Estados Unidos, que mantiene un despliegue militar en el mar Caribe y ha confiscado dos buques con petróleo venezolano.
Declaraciones oficiales
El ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, afirmó durante un acto transmitido por Venezolana de Televisión (VTV): «Venezuela no pelea con nadie, pero no nos dejan alternativa a nosotros, si Trinidad presta su territorio para atacar a Venezuela, nosotros tenemos que responder y no nos queda de otra para evitar que nos ataquen».
Cabello aseguró que ya se está «utilizando territorio de Trinidad» contra Venezuela y sostuvo que el pueblo trinitense «no está de acuerdo», recordando que ambas naciones han «vivido siempre en paz».
Posición de Trinidad y Tobago
El pasado viernes, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, defendió la cooperación militar con Estados Unidos como mecanismo de defensa: «No voy a declarar la guerra a Venezuela, pero tengo el deber de proteger al pueblo de Trinidad y Tobago y, en este momento, este es el mejor mecanismo de defensa que podemos tener».
Actualmente, EEUU mantiene un sistema de radar en la isla de Tobago, con marines desplegados y autorización para que aviones militares utilicen aeropuertos del país.
Reacciones regionales
La secretaria general de la Comunidad del Caribe (Caricom), Carla Barnett, llamó este lunes a la unidad de los 15 miembros del bloque frente a los «vientos geopolíticos adversos sin precedentes». Su mensaje coincidió con tensiones internas en la organización, tras acusaciones cruzadas entre Trinidad y Tobago y Antigua y Barbuda sobre sus posturas frente a EEUU y Venezuela.
Mientras Trinidad y Tobago y Guyana respaldan la ofensiva estadounidense, otros países de Caricom han mostrado cautela y advertido que un conflicto tendría consecuencias para toda la región.
El origen de la disputa se remonta a un comunicado de Persad-Bissessar, en el que afirmó que Caricom «ha perdido el rumbo» y ya «no es un socio confiable».






