El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ordenó el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en el mar Caribe, como parte de una operación militar para enfrentar el narcoterrorismo y desmantelar Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs). La acción se realiza bajo la supervisión del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM) y fue anunciada oficialmente el 24 de octubre de 2025.
Despliegue militar en el área del Comando Sur
Según declaraciones del portavoz del Departamento de Guerra, Sean Parnell, el despliegue responde a una directiva presidencial que busca reforzar las capacidades de detección, monitoreo y neutralización de actividades ilícitas que amenazan la seguridad y prosperidad del territorio estadounidense. El grupo de ataque incluye el portaaviones Gerald R. Ford, considerado el más avanzado de la flota estadounidense, junto con su ala aérea embarcada y unidades de apoyo naval.
El área de responsabilidad del Comando Sur abarca más de 30 países y territorios del hemisferio occidental, incluyendo Venezuela, Colombia, el Caribe y Centroamérica, donde se han identificado rutas de tráfico de drogas y operaciones de redes criminales transnacionales.
Contexto regional y operativo
El despliegue coincide con un aumento de operaciones antinarcóticos en la región. Según reportes de medios estadounidenses, el anuncio se produjo tras un incidente en el Caribe en el que una embarcación presuntamente vinculada al grupo criminal Tren de Aragua fue interceptada, resultando en la muerte de seis personas.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, indicó que la operación busca contrarrestar el narcotráfico y el financiamiento ilícito de grupos armados, en línea con los objetivos estratégicos del gobierno Trump para proteger la frontera sur y reforzar la seguridad hemisférica.
Capacidades del USS Gerald R. Ford
El USS Gerald R. Ford es el portaaviones más grande y tecnológicamente avanzado de la Armada de Estados Unidos. Fue comisionado en 2017 y cuenta con sistemas de lanzamiento electromagnético, radares de última generación y capacidad para operar con aeronaves tripuladas y no tripuladas. Su despliegue representa una de las mayores presencias militares estadounidenses en el Caribe en los últimos años.
Con información de NT24/EL Nacional/El Pitazo






