El gobierno de Estados Unidos evitó pronunciarse sobre el supuesto plan para atentar contra su embajada en Caracas, denunciado por la administración de Nicolás Maduro, y reiteró que no mantiene presencia diplomática en Venezuela desde marzo de 2019. Así lo confirmó un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a la agencia Europa Press.
En su comunicado, el funcionario estadounidense señaló: “En marzo de 2019, el Departamento de Estado de Estados Unidos retiró a todo el personal diplomático de la embajada en Caracas y suspendió sus operaciones. Todos los servicios consulares, tanto rutinarios como de emergencia, permanecen suspendidos hasta nuevo aviso”. Además, enfatizó que la seguridad del personal diplomático y de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una “máxima prioridad”, y reiteró la recomendación de no viajar a Venezuela “bajo ningún concepto”.
La denuncia del presunto atentado fue realizada por el presidente Nicolás Maduro y por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, quienes aseguraron que el plan buscaba colocar explosivos en las inmediaciones de la sede diplomática estadounidense en Caracas. Según Rodríguez, el objetivo era generar un “casus belli”, un motivo de guerra, que justificara una eventual agresión militar por parte de Estados Unidos.
Durante una sesión del Consejo Nacional de Soberanía y Paz, Rodríguez declaró: “Ese era el objetivo del intento de colocar artefactos explosivos en la embajada de los Estados Unidos de América”, y afirmó que las autoridades venezolanas identificaron a todos los involucrados en el supuesto plan mediante acciones de inteligencia.
El gobierno venezolano informó que notificó a Washington a través de una embajada europea, aunque el Departamento de Estado se abstuvo de comentar sobre cualquier conversación diplomática o procedimiento de seguridad relacionado con el caso.
Este episodio ocurre en un contexto de creciente tensión entre ambos países, marcado por el despliegue militar estadounidense en el Caribe y recientes acusaciones de sabotaje y hostigamiento por parte de altos funcionarios venezolanos, como el ministro de Defensa Vladimir Padrino López.






