Las relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela siguen marcadas por la hostilidad y esta se viene escalando al punto que, de ser ciertas, las afirmaciones que ha registrado The New York Times, la retórica está alcanzado de niveles que hacen prever acciones más allá de las palabras.
El diario neoyorquino indicó que Trump ordenó “suspender” cualquier acercamiento con Miraflores y agrega que las gestiones Richard Grenell estaría en una especie de stand by en este momento.
La información no ha sido desmentida por la Casa Blanca y es coherente con la tendencia que ha presentado el discurso del mandatario estadounidense.
ATAQUES Y MENSAJES
Tras cada uno de los seis ataques a las embarcaciones en el Caribe el tono de las declaraciones se fue escalando y trataremos de hacer un arqueo de lo señalado por Donald Trump.
La orientación de las palabras de Trump apunta a justificar las acciones militares de la flota ubicada en el Caribe como una defensa de la seguridad nacional de los Estados Unidos “contra el narcotráfico y el terrorismo”, además de lanzar advertencias directas al gobierno venezolano.
Los ataques comenzaron a reportarse el 2 de septiembre al conocerse de una embarcación atacada en la que habrían fallecido 11 personas.
Trump señaló: «En los últimos minutos, literalmente le disparamos a un barco, un barco cargado de drogas, con mucha droga».
«Y hay más de donde vino eso. Tenemos mucha droga inundando nuestro país desde hace mucho tiempo», señaló. «Esta salió de Venezuela».
El segundo ataque se reportó en los medios el 15 de septiembre y se señaló que habían tres victimas.
«Tenemos pruebas. Basta con mirar el cargamento. Se esparció por el océano”, dijo Trump y aseguró que había “cocaína y fentanilo por todas partes. Lo tenemos todo grabado con mucho cuidado, porque sabíamos que ustedes nos perseguirían”.
Agregó: “Estén advertidos: si están transportando drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡los estamos cazando!… nunca más».
En este evento fue la primera vez que se habló de un “ataque cinético” y se aseguró que estaban en aguas internacionales.
Al día siguiente, 16 de septiembre, Trump tomó la iniciativa de comunicar el tercer ataque antes de la confirmación del Pentágono
«Derribamos barcos. En realidad fueron tres barcos, no dos, pero ustedes solo vieron dos”, dijo Trump y lanzó una advertencia a Nicolás Maduro: «Dejen de enviar a criminales del Tren de Aragua [y] dejen de enviar drogas a Estados Unidos”.
Asimismo comentó: «Hay muy pocos botes en el agua, no hay muchos botes… ni siquiera botes de pesca, nadie, nadie quiere salir a pescar».
El cuarto ataque fue anunciado el 3 de octubre por el Secretario de Guerra, Pete Hegseth. Señaló que fue el «cuarto operativo de este tipo en las últimas semanas». Se dijo que hubo cuatro fallecidos.
Trump señaló en sus declaraciones que esto era parte de la primera fase de la operación y señaló: «Veremos en qué consiste la fase dos» y sus palabras fueron interpretadas por los analistas internacionales como la sugerencia de planes que podría incluir el despliegue en tierra.
Con el quinto ataque el presidente estadounidense publicó el mismo video que Hegseth en su plataforma Truth Social. Indicó que esta embarcación iba “cargada con suficientes drogas para matar a entyre 25 mil y 50 mil personas” y que tenía como destino Estados Unidos.
Este ataque fue anunciado el 5 de octubre por la Casa Blanca.
“Anoche atacamos otro barco cerca de Venezuela, pero no logramos encontrar los restos, somos muy buenos en eso. Tan bueno que ahora no se ven embarcaciones en esa zona, ni siquiera barcos de pesca”, dijo Trump tras el sexto ataque en el Caribe de la flota desplegada por los EEUU.
FORCEJEO
Tras esta serie de eventos en la retórica del gobierno estadounidense se ha venido sugiriendo que podrían existir incursiones en tierra firme.
Trump ha señalado que “ya no llega droga por mar” y anunció que detendría el flujo de narcóticos desde tierra.
En ese medio de ese contexto se produce el titular de The New Yor Times de la suspensión de las negociaciones con el Gobierno de Maduro.
Analistas internacionales indicaron que era una señal de que se estaba imponiendo “la linea dura” del secretario de Estado, Marco Rubio, que busca un cambio de régimen en Venezuela.
El analista senior de Crisis Group para Venezuela, Phil Gunson, señala que “Marco Rubio, lo que quiere es aumentar la presión al gobierno Maduro para causar una fractura, una ruptura interna en el gobierno que fuerce la salida de Maduro del poder. No me queda totalmente claro si para ellos es aceptable que simplemente se vaya Maduro y el grupo alrededor de él, o si necesitan cambiar totalmente de régimen y traer, digamos, a Edmundo González y María Corina para instalarlos en el poder. Me da la impresión de que la salida de Maduro, en primera instancia, sería suficiente para él”.
Por su parte la internacionalista Giovanna de Michele señala que no percibe esa “línea dura de Marco Rubio”.
“Yo no creo en esa supuesta línea dura de Marco Rubio. El cambio de Rubio hacia los venezolanos ha sido muy notorio desde que asumió el cargo de secretario de Estado. Yo no hablo de una línea dura de Marco Rubio. Si hay una línea dura de Marco Rubio es una línea dura, a mi modo de ver, que pareciera acomodaticia a los designios de su jefe, que es el presidente Trump. Es un poco bailar el son que le toquen”, señala la analista.
Finalmente hay que señalar que mientras la retórica de Trump se escala, un grupo de senadores demócratas solicita la suspensión de las operaciones de la flota de EEUU en el Caribe y así el forcejeo se sigue agudizando alrededor del caso venezolano.






