El Grupo de Países Amigos de la Carta de las Naciones Unidas celebró este viernes su Séptima Reunión Ministerial en el marco de la 80ª Asamblea General de la ONU, en la que se alcanzó un consenso firme en rechazo a las medidas coercitivas unilaterales y a las amenazas militares injustificadas en el Caribe y el Sur Global por parte de potencias occidentales.
La información fue difundida por el canciller venezolano Yván Gil a través de sus redes sociales, donde destacó que los países miembros del grupo reafirmaron su compromiso con la defensa de los principios fundamentales de la Carta de la ONU, incluyendo la soberanía, la no injerencia y la igualdad entre los Estados.
Durante el encuentro, los ministros de Relaciones Exteriores de los 19 países integrantes —entre ellos Venezuela, Cuba, Irán, Belarús, China, Nicaragua, Mali y Eritrea— expresaron su apoyo irrestricto al pueblo venezolano ante lo que calificaron como agresiones y amenazas provenientes de Estados Unidos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, condenó el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, señalando que constituye una amenaza directa a Venezuela y una violación de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, así como del Tratado de Tlatelolco y de la propia Carta de la ONU.
Por su parte, el embajador alterno de China ante la ONU, Geng Shuang, denunció el injerencismo estadounidense en América Latina y llamó a levantar las medidas de presión contra los países del Sur Global. También instó a ampliar el grupo y promover reformas en la gobernanza internacional.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, condenó los ataques a instalaciones nucleares pacíficas en su país y exhortó a los miembros del grupo a coordinar acciones para contrarrestar las medidas coercitivas unilaterales dentro y fuera del sistema de Naciones Unidas.
El Grupo de Amigos de la Carta de la ONU fue creado en 2021 con el objetivo de promover el respeto al derecho internacional y fortalecer el multilateralismo frente a prácticas unilaterales. En esta edición, los participantes reiteraron la necesidad de construir un orden internacional inclusivo, justo y basado en el diálogo y la cooperación.






