El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, deberá ingresar a prisión tras la confirmación de una condena por corrupción y tráfico de influencias, según lo dictaminado por el Tribunal de Casación, la máxima instancia judicial del país.
La decisión, emitida el miércoles 24 de septiembre de 2025, ratifica la sentencia de tres años de prisión impuesta previamente, de los cuales uno deberá cumplirse en régimen cerrado. Los otros dos años podrán ser cumplidos bajo arresto domiciliario con monitoreo electrónico, según lo establecido por el tribunal.
El caso se remonta a 2014, cuando Sarkozy fue acusado de intentar obtener información confidencial de un magistrado sobre una investigación que lo involucraba, a cambio de promesas de apoyo para un cargo en Mónaco. Las conversaciones fueron interceptadas por la policía como parte de una investigación paralela.
Sarkozy, quien presidió Francia entre 2007 y 2012, ha negado los cargos y calificó el proceso como una persecución política. Sin embargo, el fallo del Tribunal de Casación es definitivo y no admite apelación.
Esta es la primera vez en la historia moderna de Francia que un expresidente deberá cumplir una condena de prisión efectiva. El equipo legal de Sarkozy aún no ha confirmado la fecha en que se hará efectiva la sentencia.
El expresidente enfrenta además otros procesos judiciales, incluyendo el caso conocido como “Bygmalion”, relacionado con presunto financiamiento ilegal de su campaña presidencial en 2012.






