En un discurso cargado de advertencias y acusaciones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes un duro mensaje contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro durante su intervención en la 80.ª Asamblea General de la ONU. Trump acusó al líder chavista de «dirigir una red de narcotráfico” y justificó el uso de fuerza militar en el Caribe como parte de una ofensiva contra lo que calificó como “terroristas venezolanos”.
“Estamos usando el poder supremo de Estados Unidos para destruir a los terroristas venezolanos y las redes de tráfico que dirige Nicolás Maduro”, declaró Trump ante los líderes mundiales. “A todo matón terrorista que esté traficando drogas venenosas hacia los Estados Unidos: téngase por avisado, lo haremos volar por los aires”.
Defensa de ataques militares en el Caribe
El presidente estadounidense defendió los recientes bombardeos a tres embarcaciones en aguas internacionales del Caribe, presuntamente vinculadas al narcotráfico. Según Trump, las operaciones, que comenzaron el 2 de septiembre, involucraron barcos de guerra, aviones de combate y más de 4.000 militares. En dos de los ataques murieron 14 personas, a quienes el mandatario calificó como “narcoterroristas”.
Trump aseguró que cada embarcación destruida transportaba drogas capaces de matar a más de 25.000 estadounidenses. “Prácticamente hemos detenido la entrada de drogas por mar. Ya no quieren navegar cerca de Venezuela”, afirmó.
Críticas internacionales y tensiones regionales
Las declaraciones de Trump generaron reacciones inmediatas. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó el uso de fuerza letal en contextos no bélicos, calificándolo como “ejecuciones sin juicio”.
Organizaciones defensoras de derechos humanos también han cuestionado la legalidad de estas acciones, mientras que gobiernos de América Latina como Colombia y Brasil han expresado su rechazo al despliegue militar estadounidense.
Ataques a la ONU y reafirmación de soberanía
En su discurso, Trump también arremetió contra la ONU, acusándola de emitir “palabras vacías” y de no contribuir a la resolución de conflictos globales. “¿Cuál es el propósito de las Naciones Unidas?”, preguntó, tras relatar incidentes logísticos ocurridos durante su llegada al edificio del organismo.
El mandatario republicano reafirmó su postura de “América Primero” y defendió el uso de la fuerza como mecanismo para proteger la soberanía estadounidense. “Estados Unidos pertenece al pueblo estadounidense”, sentenció.
Este pronunciamiento marca un nuevo capítulo en la escalada de tensiones entre Washington y Caracas, en un contexto donde las acciones militares y las acusaciones de narcotráfico reconfiguran el tablero diplomático regional.






