«De que callada manera se me adentra usted sonriendo», dice el verso del poeta cubano Nicolás Guillén. Y vale para algo menos romántico, como la hipertensión. Porque es de manera callada que avanza la presión arterial elevada. Para el cardiólogo José Andrés Octavio este es uno de los puntos más delicados de la hipertensión, ya que ni pacientes ni médicos sospechan que está presente.
«El cuerpo se adapta», señala Octavio. «Al principio no afecta ningún órgano, pero produce síntomas cuando ya afecta los órganos». Por ejemplo, dolor de cabeza.

La hipertensión nocturna es motivo de preocupación para las y los especialistas. «Hace unos años no se hablaba mucho sobre esto, pero se ha visto cuán importante es. Desde que se empezaron a usar equipos de monitoreo de 24 horas se supo que la tensión bajaba durante la noche y subía al despertarse la gente». Entonces «se entendió que, cuando la presión no baja en la noche, la persona está en mayor riesgo cardiovascular» por la ocurrencia de infarto, enfermedad cerebrovascular y hasta la muerte.
Si antes se pensaba que era un asunto de personas mayores, hoy ya se conoce que puede presentarse en niñas, niños y adolescentes. «Hay niños que tienen hipertensión; pocos, pero los hay». Son muchachas y muchachos con sobrepeso, poca actividad física, con una alimentación deficiente y antecedentes familiares.

Este viernes 19 y sábado 20 de septiembre se celebrará en el Hotel Marriott Caracas el XI Congreso Venezolano de Hipertensión Arterial. Octavio, especialista en este trastorno, es el presidente del comité científico. La jornada incluye temas como los cambios en estilos de vida, los nuevos medicamentos, la apnea obstructiva del sueño, la genética y la inteligencia artificial.






