Gregory Sanabria, activista estudiantil y exprisionero político venezolano, fue liberado este jueves 18 de septiembre por las autoridades migratorias de Estados Unidos, luego de que un juez de inmigración aprobara su solicitud de asilo el día anterior. Sanabria había permanecido detenido durante cuatro meses en un centro para migrantes en Texas, en medio de una política migratoria cada vez más restrictiva impulsada por el gobierno de Donald Trump, reseñó EFE.
De El Helicoide a Texas
Sanabria, de 31 años, fue arrestado en 2014 por participar en protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro en el estado Táchira. Pasó cuatro años recluido en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), donde según él, fue víctima de tortura, incluyendo una agresión que le causó una fisura craneal.
Tras obtener libertad condicional, migró en 2022 a Estados Unidos por la peligrosa ruta del Darién y se entregó voluntariamente en la frontera sur, donde superó una entrevista de “miedo creíble” y comenzó el proceso de asilo.
Detención arbitraria y revictimización
En junio de 2025, Sanabria fue arrestado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante su cita anual de seguimiento en Houston, a pesar de tener permiso de trabajo y estar cumpliendo con los requisitos migratorios.
Su detención fue calificada como una “revictimización” por su abogado y por activistas, quienes denunciaron que el caso ejemplifica el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, especialmente contra venezolanos que «han huido de persecución política».
Reacciones y condena internacional
Organismos como la ONU y Amnistía Internacional condenaron la detención prolongada de Sanabria, mientras que líderes del exilio venezolano en EEUU alertaron sobre el riesgo de deportación y pidieron medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El exdiputado Renzo Prieto calificó la liberación como “un triunfo de la justicia y la libertad”, mientras que Lennard García, amigo y también exprisionero político, expresó: “Es un respiro de tranquilidad para la comunidad venezolana y para mí”.
La liberación de Sanabria ocurre en un momento crítico: Estados Unidos mantiene bajo custodia a más de 61.200 migrantes, la cifra más alta en años. De ellos, el 45% no tiene antecedentes criminales.
Siguen las detenciones arbitrarias
La administración Trump ha intensificado la detención de migrantes, especialmente aquellos que llegaron en los últimos tres años, como parte de una agenda antimigratoria respaldada por fondos asignados en julio por el Congreso.
Aunque su liberación representa un alivio, el caso de Gregory Sanabria deja al descubierto las tensiones entre el derecho al asilo y las políticas migratorias restrictivas. Su historia es un testimonio de resistencia, pero también un llamado de alerta sobre el trato que reciben quienes buscan protección internacional tras haber sido víctimas de persecución política.






