En una noche cargada de dramatismo y celebración, los Filis de Filadelfia aseguraron su segundo título consecutivo en la División Este de la Liga Nacional tras vencer 6-5 a los Dodgers de Los Ángeles en entradas extras. El triunfo, logrado en el juego número 151 de la temporada, marca la conquista más temprana de la división en la historia del club, superando incluso al equipo de 2011 que lo logró en el juego 150.
La victoria fue una muestra de resiliencia. Filadelfia desperdició tres ventajas parciales antes de que J.T. Realmuto impulsara la carrera decisiva con un elevado de sacrificio en el décimo inning. Kyle Schwarber, Weston Wilson y Bryce Harper conectaron jonrones clave, siendo el cuadrangular número 53 de Schwarber uno de los momentos más destacados del encuentro.
La celebración fue inmediata y efusiva. Harper, sin camiseta, se bañó en champán mientras Schwarber bebía cerveza desde una manguera en el vestuario visitante del Dodger Stadium. “Esto no sucede todo el tiempo”, declaró Schwarber, fumando un cigarro grueso. “Hay que disfrutarlo”.
Con esta victoria, los Filis alcanzan su tercera temporada consecutiva con al menos 90 triunfos, una hazaña lograda solo tres veces en la historia de la franquicia. A pesar de las lesiones de figuras clave como Zack Wheeler, Trea Turner y Alec Bohm, el equipo ha mantenido un ritmo competitivo desde la fecha límite de cambios, con marca de 29-14.
El mánager Rob Thomson elogió el carácter de su equipo: “Son simplemente fuertes y resilientes. Siguen luchando y estoy orgulloso de ellos. Este es un grupo realmente especial”.
Con el banderín asegurado y la postemporada en el horizonte, los Filis ahora enfocan su mirada en un objetivo mayor: conquistar la Serie Mundial, algo que no logran desde 2008. La ciudad de Filadelfia, mientras tanto, ya vibra con la esperanza de una nueva corona.






