La pensión por vejez en Venezuela está fijada en 130 bolívares desde el mes de marzo del 2022. Ya han transcurrido tres años y seis meses que la administración de Nicolás Maduro aumentó el ingreso de los incorporados en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Ante esto, Rafael Arreaza, expresidente del IVSS entre el 1997 y 1999, denunció la precaria situación que atraviesan las personas de la tercera edad en Venezuela y, además, los trabajadores del sector público que están encarcelados por exigir derechos laborales.
En el marco del Día del Trabajador Público, el cual se conmemoró este jueves #4Sep, Arreaza comentó que los abuelitos deben decidir entre comprar medicinas o comprar alimentos con el sueldo que devengan mensualmente.
«Esa es la realidad que se está viviendo en Venezuela (…) Tienen que decidir de morirse de hambre si compran medicina, o morirse de enfermedad si compran comida», dijo al tiempo que lamentó que deben hacer milagros para «sobrevivir» con 130 bolívares mientras que la canasta básica supera los 500 dólares.
«Los pensionados viven no se sabe cómo. La mayoría de ellos tienen que vender verduras en las esquinas del centro de Caracas. Tienen que ir a pedir limosna en las clínicas privadas», agregó. En este sentido, añadió que ya es «desproporcionado» el nivel de tragedia humanitaria que se vive en la nación.
Ante esto, calificó la actual gestión del IVSS, la cual comanda la ministra Magaly Gutiérrez, como «la peor de la historia de Venezuela y el mundo» y sumó que la seguridad social en el país «no existe».
Rafael Arreaza recordó que en su gestión entre el 1997 y 1999 se logró una reforma que, a su juicio, «corrigió» 45 años de retrasos de actualización de Seguro Social en el país. La misma, dijo, fue «echada para atrás» por el fallecido presidente Hugo Chávez.
«Al día de hoy tenemos 75 años de retraso en la humanidad con respecto a la seguridad social en el mundo», sentenció.

«CALLE Y LUCHA»
Por su parte, Ángel García, secretario de Reclamos de Transporte Terrestre, aseguró que se mantendrán en las calles para seguir exigiendo al Gobierno de Maduro mejoras en las condiciones laborales.
Al grito de «Calle y lucha», García lamentó que en este 2025 los empleados públicos no tengan motivos para celebrar su día y, además, no puedan salir a las calles a protestar «por miedo».
«Ahora, ¿cómo sobrevivimos? Bueno, mucha gente que está afuera llegan y nos mandan recursos para poder sobrevivir. ¿Qué podemos hacer? Salir a la calle, calle y lucha. Y eso no nos lo puede quitar nadie», finalizó.







