El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó la militarización de la frontera con Venezuela en la región del Catatumbo, con el despliegue de 25,000 efectivos del Ejército Nacional. La medida, anunciada el 27 de agosto, responde a un aumento de tensiones regionales tras el arribo de buques de guerra estadounidenses al Caribe y al Pacífico, en el marco de una operación antinarcóticos reforzada.
Contexto geopolítico y operativo
La decisión fue comunicada por Petro a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), donde afirmó: “Solicité la militarización de la frontera del Catatumbo para lograr reducir al máximo las fuerzas de la mafia. He ordenado al Ejército colombiano ampliar el número de efectivos en el Catatumbo colombiano. Tenemos 25,000 soldados en la zona”.
El mandatario colombiano subrayó que el objetivo principal es combatir a los grupos armados ilegales que operan en la zona fronteriza, incluyendo organizaciones dedicadas al narcotráfico y al contrabando.
“No es la tierra la que le gana a la mafia, es la coordinación entre los dos Estados quien lo logra”, agregó Petro, en referencia a la necesidad de cooperación bilateral con Venezuela.
Presencia militar estadounidense y reacción regional
El despliegue colombiano coincide con el arribo de ocho buques de guerra de la Armada de Estados Unidos a aguas cercanas a América Central y del Sur. Según fuentes del Departamento de Defensa citadas por The Washington Post, la operación busca reforzar las misiones de interdicción de drogas en Latinoamérica.
Esta presencia ha generado inquietud en Caracas, donde el gobierno de Nicolás Maduro respondió con el envío de 15,000 militares venezolanos a la frontera, acompañados de drones, equipos fluviales y unidades aéreas, según confirmó el ministro Diosdado Cabello en una transmisión oficial.
Zona estratégica y antecedentes
El Catatumbo, ubicado en el departamento colombiano de Norte de Santander, es una de las regiones más conflictivas del país, con presencia histórica de grupos armados como el ELN, disidencias de las FARC y bandas criminales. La zona también ha sido epicentro de operaciones de narcotráfico transfronterizo.
En julio de 2025, Colombia y Venezuela firmaron un memorando de entendimiento para establecer una “Zona de Paz, Unión y Desarrollo” en la frontera, con el objetivo de fomentar el comercio y la cooperación. Sin embargo, los recientes movimientos militares han puesto en pausa ese esfuerzo diplomático.
Implicaciones y próximos pasos
La militarización de la frontera representa el mayor despliegue colombiano en la zona en años, y podría marcar un punto de inflexión en las relaciones bilaterales. Mientras Bogotá insiste en que la medida busca garantizar la seguridad nacional, Caracas ha advertido sobre el riesgo de provocaciones externas.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos, en una región históricamente sensible a las tensiones geopolíticas.






