Judith Márquez, directora ejecutiva de la organización social Cáritas Venezuela, indicó que la iglesia venezolana ha tenido que reinventarse durante estos últimos meses para poder atender a las personas necesitadas en el país por diversas situaciones.
Durante la presentación del balance de transparencia sobre los aportes recibidos en este 2025 para la atención de damnificados en varios estados por las fuertes lluvias, Márquez indicó que este año la organización ha visto como “donadores solidarios” han dejado de aportar a la crisis venezolana.
“Cáritas de Venezuela también sufre. Estos recortes financieros que comenzamos en enero a tener informaciones de muchos de nuestros donantes, que por años han sido solidarios con nosotros, han empezado a bajar el financiamiento. Todos sabemos que no solamente Cáritas, sino otras organizaciones que también trabajan en este mundo y que, en conjunto, podemos hacer disminuir la brecha entre la necesidad y la cantidad de dinero que se necesita, pues sufre y nos hemos estado reinventando”, dijo desde la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), ubicada en Caracas.
En este sentido, agregó que Cáritas Venezuela no ha parado de trabajar. Subrayó que la organización se mantiene activa para atender a las personas que sufrieron afectaciones por los aguaceros en los estados Mérida, Trujillo, Barinas, Portuguesa, Apure, Cojedes y recientemente Bolívar.
“La iglesia no puede estar detrás, tiene que seguir ayudando a la gente y, en medio de este bajón de dinero, de financiamiento, nos entran las lluvias”, mencionó al tiempo que aplaudió la solidaridad de cada uno de los venezolanos y empresas privadas que se sumaron a las iniciativas de apoyo.
“Nosotros pensamos que no íbamos a poder ayudar mucho porque en un país con crisis pensamos que la gente no iba a ayudar y con mucha alegría hemos visto como la solidaridad ha emanado de la gente, de la empresa, de la banca, de la señora de Carapita que viene con su litro de aceite”, expresó.
NIÑOS CON DESNUTRICIÓN
Judith Márquez afirmó que en lo que va del 2025 su organización registra un 11% de niños atendidos, entre 0 y 5 años, con desnutrición aguda y que necesitan de ayuda de insumos, alimentos y medicamentos.
Además, sumó que otro 30% de ellos tienen desnutrición crónica.
“Estamos haciendo incidencias también a nivel internacional con nuestras embajadas, con las Naciones Unidas para que podamos seguir obteniendo, no la misma ayuda porque el tema del presupuesto es un tema internacional, pero que nos sigan viendo con ojos de misericordia”, sentenció.






