La industria de artes gráficas en Venezuela atraviesa un proceso de adaptación tecnológica en medio de un contexto marcado por la baja demanda y la presión económica. Así lo señaló César Acea, ingeniero mecánico y secretario general de la Asociación de Industrias de Artes Gráficas de Venezuela (AIAG), durante una entrevista en el programa Análisis de Entorno, transmitido por Fedecámaras Radio.
Cinco años de desafíos y capacidad ociosa
Acea explicó que el sector ha enfrentado dificultades sostenidas en los últimos cinco a seis años, con una caída significativa en la demanda de productos gráficos. “Realmente han sido años complicados. Aunque hemos visto pequeñas mejoras, la baja demanda sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentamos”, afirmó.
Actualmente, la industria opera con una capacidad ociosa del 70 al 80 %, lo que indica un margen amplio para incrementar la producción si se establecen políticas que impulsen la exportación. Según Acea, existe interés y capacidad para colocar productos en mercados internacionales, pero se requiere apoyo gubernamental para concretar estas oportunidades.
Asesoría integral y adaptación tecnológica
La AIAG ofrece acompañamiento a sus afiliados en áreas jurídicas, laborales, tributarias, seguridad y salud ocupacional, así como en la captación de talento humano. Además, promueve la incorporación de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles para mantener la competitividad del sector.
Tendencias globales y oportunidades
A pesar del avance de la digitalización, Acea destacó que a nivel mundial ha aumentado el consumo de papel y cartón, especialmente en el segmento de empaques y etiquetas. En ese sentido, la industria gráfica venezolana busca mantenerse vigente mediante la producción de bienes reciclables y sustentables.
Importaciones y alivio arancelario
Uno de los principales obstáculos para la rentabilidad del sector es la dependencia de materias primas importadas, lo que eleva los costos operativos. No obstante, la reciente reducción de aranceles para insumos no producidos en el país ha ofrecido cierto alivio. “La disminución de aranceles nos ha ayudado a sortear un poco el tema de la rentabilidad”, señaló Acea.
«La industria gráfica venezolana, aunque golpeada por la coyuntura económica, mantiene su capacidad instalada y tecnológica para atender la demanda nacional y explorar nuevos mercados. Su recuperación, sin embargo, dependerá de medidas que estimulen la producción y faciliten el acceso a insumos clave», expusieron.






