Chevron fue autorizada por la Administración Trump a reabrir sus operaciones en Venezuela tras las negociaciones entre la Casa Blanca y Miraflores que generó la entrega de 10 estadounidenses detenidos en Venezuela y el regreso de los 252 venezolanos que estaban en una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Según un despacho informativo de la agencia Bloomberg que cita al Wall Street Journal en donde se refiere que la decisión también está movida por el lobby petrolero que advirtió sobre la posibilidad de que los espacios que ocupa Chevron en Venezuela pudieran ser ocupados por empresas chinas.
también se señala que el acuerdo establece que no se pagarían regalías ni impuestos al Venezuela, como lo establece la licencia que fue derogada en marzo.
Consultado sobre esta decisión Bill Turenne, portavoz de Chevron, se limitó a decir que “Chevron opera a nivel mundial en cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables, así como del marco de sanciones establecido por el gobierno estadounidense, incluso en Venezuela”.
Acota el despacho de Bloomberg que según datos de la OPEP la producción petrolera venezolana se mantuvo sin sobresaltos entre 900.000 y un millón de barriles diarios en junio, después de que las empresas estadounidenses redujeran sus operaciones.
Los analistas del movimiento petrolero indican que Venezuela cubre la ausencia de Chevron desviando más crudo «a través de centros de transbordo como Malasia antes de enviarlo a China, a pesar de las advertencias de la Casa Blanca en abril de que podría aplicar aranceles del 25% a los países que importan petróleo venezolano».






