Querer llegar a un gremio, en las circunstancias políticas y económicas del país, podría ser tomado como un indicativo de locura. Pero Francisco López, candidato a la vicepresidencia de Fedecámaras en el equipo que lidera Felipe Capozzolo, reafirma que su cabeza está bien puesta. «Somos convencidos de que es el momento de torcerle el brazo al destino. Si articulamos y cambiamos la dinámica del país desde el ámbito económico podemos generar las oportunidades necesarias para que a la gente le empiece a ir mejor».
-¿Qué significa eso?
-Hay que hacer cosas distintas para tener resultados distintos.
-¿Cuáles son esas cosas distintas?
-Hay variables que uno ve, macroeconómicamente hablando; hay sectores que uno ve que han crecido, pero todavía el venezolano de a pie no lo percibe en su piel. Necesitamos desarrollar nuevas políticas, ser mucho más audaces para que le llegue al venezolano común. Por ejemplo, sabemos que no hay créditos bancarios, pero sabemos que tenemos una suerte de posibilidad de conseguir inversionistas afuera. Sé que puede haber muchos negacionistas que digan que es poco probable traer inversiones de afuera.
-Porque es incierto políticamente.
-Absolutamente. Pero también comparamos con otros países que están vendiendo a su país y están consiguiendo las inversiones. Las inversiones extranjeras no son más que las goticas que pueden arrancar el motor de la economía. No vamos a vivir de inversiones extranjeras. No tenemos las cualidades atractivas para que seamos un polo de atracción de inversiones extranjeras. Pero el mundo está revuelto. Si el mundo está revuelto, y hay países que están -desde nuestro punto de vista- peor que nosotros, tenemos la posibilidad de meternos en ese círculo donde pudiésemos captar algunos fondos. ¿Cómo funcionan esos fondos? Los fondos necesitan colocar su dinero para producir y pagar sus estructuras.
-¿Fondos de dónde y para qué?
-En Europa, en Estados Unidos, en Asia. Cuando uno ve las inversiones chinas no son solo inversiones del gobierno chino. Son capitales privados que necesitan conseguir rendimiento.
-¿Por qué van a venir a Venezuela?
-Hay otros países que están peor. ¿Por qué Arabia Saudita invirtió en Ecuador? ¿Por qué en Europa? ¿Por qué en Estados Unidos, con esos vaivenes? Se está dando el mismo fenómeno histórico de los años 1900. El mundo estaba revuelto: dos guerras mundiales, crash en Estados Unidos, Asia quedaba muy lejos. Los capitales vinieron a Latinoamérica.
-¿Para qué áreas ahora?
-Tenemos fuerte impacto en turismo. La isla de Margarita puede ser un polo de atracción. El agro. Hoy día desde Fedeagro se están recaudando fondos propios, se está desarrollando la parte agrícola y ganadera del país. El sector primario está naciendo otra vez. El mundo necesita alimentos. Tenemos buenas tierras y lo que nos falta es dinero para la tecnología.
-¿Esa sería la propuesta? ¿Que Fedecámaras salga a captar capitales?
-Nosotros venimos con un plan de inversión y empleo, y ese plan de inversión es con inversionistas extranjeros. Tenemos que ver a qué mercados les puede ser atractiva Venezuela. Sabemos que hay sanciones; no vamos a ir Estados Unidos a buscar inversionistas, pero esos inversionistas norteamericanos tienen sus estructuras para terminar invirtiendo también.
-¿Cuántos empleos se pueden generar?
-Muchísimos. Nosotros vamos a presentar ese plan de inversión y empleo antes del Consejo Nacional de Economía que es en los primeros días de diciembre. Tenemos que hacer un levantamiento de toda Venezuela. Por eso nuestra otra bandera es la regionalización. ¿Por qué no llevar un inversionista a Tumeremo? ¿A Tucuita? ¿A la Vela de Coro? ¿A Machiques? Que vayan directamente. El gobierno ha intentado hacer eso, pero no termina de conseguir sus pares afuera porque no es gobierno-inversionista sino inversionista-empresario. El inversionista necesita reunirse con un empresario para hablar de tú a tú.
-¿El gobierno los va a dejar hacer eso?
-Absolutamente. Nosotros tenemos el deber, la obligación de presentar esos planes al gobierno. Y el gobierno, si no nos va a apoyar 100%, por lo menos no nos va a obstaculizar. Lo ideal sería, en una ronda de inversionistas en España, ir con el gobierno, y creo que lo podemos lograr. Porque el gobierno, al final del camino, está persiguiendo un desarrollo económico. Ojalá nos acompañe.
-¿La discusión política no importa?
-Si nosotros entramos en esa discusión nos paralizamos. El momento de nosotros es el momento económico. Tenemos que generar los cambios para que se dé un desarrollo económico. Nosotros venimos a plantear un desarrollo económico. No vamos en contra del ámbito político, y vamos sin confrontación a generar los cambios. Nos debemos a la sociedad, al empleado. Para dar las oportunidades al empleado le tenemos que pagar mejor, para poder pagar mejor significa que tenemos que tener una empresa fuerte.
-Los empleados están mal pagados. ¿Cómo resolver eso?
-Justamente necesito generar mercados para vender mis productos para tener rentabilidad en la empresa para poder pagar mejor. Nosotros somos los primeros que reconocemos que no están bien remunerados los empleados, pero también es verdad que no puedo pagar más de lo que hasta ahora puedo pagar porque las condiciones económicas están difíciles. Ya no podemos bajar más costos. O subimos ingresos o bajamos costos. Tenemos 20 años bajando costos, bajando costos, y creo que la historia va a darnos un Premio Nobel de Economía, porque sobrevivir bajando tantos costos la verdad es que ya no hay más. Entonces, vamos a cambiar y vamos a enfocarnos en generar ingresos.
-¿El salario mínimo de cuánto debe ser?
-El salario mínimo es una referencia que pone el gobierno. Nosotros, desde el sector privado, estamos pagando muchísimo más.
-Pero no alcanza. ¿Cuánto más pueden pagar?
-Depende de las inversiones que podamos recaudar y producir el país. El salario mínimo debería estar en función de la productividad de cada empleado, en función de la rentabilidad de cada empresa. Ahí seríamos un poco más justos, porque la gente debería recibir en función de cómo le vaya ala empresa, para empujar todos en el mismo sentido. No podemos pretender hacer compañías para que los dueños de las compañías ganen dinero con empleados muy mal pagados, pero tampoco podemos ir al otro extremo y tener empleados muy bien remunerados y los dueños de las empresas pasando necesidad. Vamos al equilibrio.
-¿En cuánto tiempo llegarían a ese equilibrio?
-Antes de los primeros días de diciembre debemos presentar ese plan de inversión y empleo. Creo que debemos generar el ejemplo para la sociedad. Antes de diciembre debemos tener los primeros inversionistas aquí, poniendo dinero en algunos proyectos.
-¿Ya han conversado?
-Claro.
No es solo traer inversiones. Es, también, exportar. López señala la ley de zonas económicas especiales, que permite condiciones excepcionales y ofrecer garantías fuera del país para generar confianza. «Tenemos que demostrar la buena voluntad, y la única manera es con reglas de juego» y arbitraje externo.
El empresario habla del «modelo Chevron», aunque aclara que no es el nombre que más le gusta. Pero en definitiva se trata de las condiciones acordadas con la petrolera estadounidense: la empresa administra, la empresa tiene sus oficinas y paga su nómina y sus proveedores. También envía los recursos al BCV «y luego le paga los impuestos al gobierno». Esta es, insiste, «una diferencia importante y atractiva para el inversionista, porque ya no manda el dinero a Venezuela a ver qué pasa».
Ese, remarca, «sería el esquema, y además, si tenemos una discusión jurídica, no es en Venezuela». A su juicio, esto no implica pérdida de soberanía, y pone el ejemplo de Colón, en Panamá, «que generó 30 mil millones de dólares el año pasado».
López suma las zonas económicas especiales, el «contrato Chevron», Fedecámaras y las cámaras empresariales regionales «que puedan guiar a los inversionistas, porque nosotros sabemos cuáles son las necesidades». Como en el caso de la isla de Margarita: «¿Por qué hoteles cinco estrellas? No, hoteles tres estrellas. ¿Por qué un ferry que va a la luna? La gente no tiene plata para pagar; mejor pon este ferry así. Nosotros podemos guiar a los inversionistas, porque somos dolientes y sabemos cuánto cuesta».
-¿Están dispuestos a trabajar con el gobierno?
-Claro. No hay manera de conseguir inversiones afuera que no sea de la mano del gobierno, sí y solo sí el gobierno va de la mano con nosotros.
-¿Qué plantean a cambio?
-Que conformemos una visión común del país. Si somos capaces de conformar una visión económica del país, claro que estamos dispuestos a trabajar. Y tenemos que persuadirlos para que ellos entren en otra visión. La nuestra es 30 millones de habitantes, que incluye a la gente que está afuera.
-¿El empresario que no está con el gobierno cómo va a trabajar con el gobierno?
-Tenemos que explicarle al empresario que no estamos a favor del gobierno, sino a favor de la economía, que son las medidas necesarias para que a su empresa le empiece a ir bien. Que nos quitemos un poco la política dela cabeza. Que no dependamos de un cambio político para que haya un cambio económico.






