Católicos de todas partes de Caracas rindieron honor al beato José Gregorio Hernández en la Iglesia de La Candelaria con una solemne misa. La ceremonia congregó a numerosos devotos y autoridades religiosas que, con fervor y alegría, celebraron este trascendental paso en el camino hacia la santidad de uno de los médicos más queridos de Venezuela.
La misa fue una oportunidad para reflexionar sobre el legado del beato José Gregorio Hernández, quien dedicó su vida al servicio de los más necesitados y que, en vida, fue conocido por su profunda devoción y amor al prójimo. Durante la homilía, se destacó el ejemplo de humildad, compasión y dedicación al servicio de la salud que el beato dejó para las futuras generaciones, señalando que su canonización es un testimonio de la grandeza de su vida y obra.
La celebración estuvo acompañada por momentos de oración y cánticos, creando una atmósfera de unidad y recogimiento entre los asistentes. Además, se destacó la importancia de la figura de José Gregorio Hernández no solo en el ámbito religioso, sino también en el social y médico, subrayando su impacto en la historia de Venezuela.
El evento también fue un recordatorio de la importancia de mantener vivos los valores cristianos en la sociedad actual y de seguir el ejemplo de servicio y entrega que José Gregorio Hernández promovió durante su vida. Al final de la misa, los asistentes pudieron expresar su agradecimiento y pedir por la intercesión del nuevo santo venezolano.
Con esta misa en la Iglesia La Candelaria, los caraqueños reafirmaron su devoción por el beato José Gregorio Hernández, quien ahora, como santo, sigue siendo un faro de esperanza y fe para todos los venezolanos.
Por su parte, el cardenal Baltazar Porras, desde un audio emitido antes de comenzar la homilía, dijo: «En estos momentos que están todos ustedes reunidos allí, en el santuario de La Candelaria, a los pies de los restos de nuestro santo, elevemos nuestra oración. Nos preparemos fervorosamente y pidamos también para que la paz y el entendimiento en nuestra sociedad y en los países hermanos, se haga presente».
El júbilo de los presente no se hizo esperar y con aplausos y vítores de alabanzas celebraron que Venezuela tiene su primer santo y es San José Gregorio Hernández.
Al cuminar la emotiva misa de celebración el cielo de la parroquia La Candelaria se llenó de fuegos artificiales para celebrar, con mucho júbilo, la canonización del «Médico de los Pobres».