De poder hacerlo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enviaría a cárceles de otros países a ciudadanos estadounidenses condenados por crímenes graves.
«Podríamos ir un paso más allá. Es decir, estamos hablando de expulsar a los criminales que entran en nuestro país ilegalmente a través de otros países, ¿cierto? ¿Los inmigrantes ilegales, como yo los llamo? Bueno, tenemos personas que son tan malas como ellos en nuestro país; si pudiéramos sacarlos, yo sería muy feliz», afirmó Trump.
Algunas organizaciones, incluidos expertos del Brennan Center for Justice, han cuestionado la legalidad de enviar a ciudadanos estadounidenses a otros países, ya que, a diferencia de los migrantes, están sujetos a garantías procesales recogidas en la Constitución de Estados Unidos.
«Si tuviéramos el derecho legal para hacerlo, lo haría sin dudarlo», declaró Trump a la prensa en la Casa Blanca.
Trump argumentó que trasladar a migrantes y ciudadanos condenados por crímenes graves a otros países sería «mucho menos costoso» para Estados Unidos que mantenerlos en sus cárceles y que, además, supondría un «gran elemento disuasorio» para evitar nuevos delitos.