La situación de las sanciones económicas impuestas a Venezuela por parte del gobierno de Estados Unidos podría hallar «puntos medios», incluso con el regreso de Donald Trump al poder, de acuerdo con la abogada y socia de la firma Menpa, Luisa Lepervanche.
En el marco de la segunda edición del Summit Venezolano de Comercio Exterior (Suvecoex), iniciado este 13 de noviembre, recordó que las sanciones internacionales impuestas a Venezuela están dirigidas a sectores específicos. Además, explicó que este segundo período de Donald Trump al frente de la presidencia de EEUU presenta muchos elementos distintos a su primera etapa como presidente: «No necesariamente lo que sucedió en el pasado es lo que va a pasar en este segundo mandato (…) y no son peras con peras, lo que estamos comparando».
Detalló que en sus recientes pronunciamientos, Trump no ha enaltecido el sistema de sanciones hacia el país, sino que «ha dicho que no es muy amante de ese mecanismo»; mientras que en lo referido a la compra y venta de petróleo con Venezuela, consideró que «había sido un mal trato que habían obtenido los Demócratas, es decir, no se pronunció en contra de la decisión, sino en contra de lo que se obtuvo a cambio».
«Creo que es importante entender que no necesariamente estamos ante una situación que es binaria, no estamos en una situación donde se recrudece o se libera (el marco sancionatorio), puede haber puntos medios», manifestó.
Sanciones y sector privado
Lepervanche aprovechó la ocasión para explicar que existen distintos regímenes de sanciones y detalló que en el caso de Venezuela, el marco sancionatorio no implica un embargo: «Esto tiene importantes consecuencias, porque el sector privado como una totalidad no está sancionado, no está sancionada la población, ni el territorio. Lo que existen son sanciones individuales y a ciertas actividades, que en muchos casos también vienen acompañadas de excepciones que pueden ser muy amplias o restringidas y que, dependiendo de cada tipo de actividad, nos permite llevar a cabo los negocios en Venezuela».
Enfatizó que el sector privado venezolano no se encuentra sancionado «es algo que tenemos que repetir y entender. Yo creo que el sector privado puede seguir llevando a cabo sus negocios y aquellos que entren en contacto con prohibiciones, pues hay excepciones» a las que «se puede amparar y además, hay la posibilidad de pedir excepciones adicionales».
Aunque hay que hacer seguimiento de la situación, la abogada indicó que tanto en la actualidad, como en escenarios en los que «ha estado muy cerrado el tema», siempre ha habido excepciones para llevar a cabo actividades relacionadas con sectores como alimentos, medicina y «de alivio al sufrimiento humano», una situación que, a su juicio, deben conocer los operadores de estos sectores a fin de que no se autolimiten sin necesidad.
«El solo hecho de que existan sanciones, y que sean tan amplias, dan pie a un elemento denominado el sobrecumplimiento, y creo que aquí hay una parte importante de entender hasta dónde se puede llegar, entender si lo que se está haciendo es algo que está permitido, no por miedo a cosas que no aplican al sector. Hay una cantidad de sectores donde no aplican las prohibiciones, inclusive, cuando están trabajando con el sector público», concluyó.